¿Deben impartirse todos los sacramentos a todo el mundo, también a aquellos a quienes les resulta muy difí­cil de comprender la razón de Cristo, la fe o los misterios de la Iglesia? No parece que esté muy claro. Un sacerdote ha negado la Primera Comunión a un niño discapacitado mental de diez años. El párroco argumenta que es incapaz de entender y de querer.

Con esta decisión, en Porto Garibaldi, un pueblo del norte de Italia situado entre Bolonia y Venecia, se ha desatado una tempestad social de la que se hacen ecos los medios de comunicación del entorno de Ferrara.

Piergiorgio Zaghi, párroco de Porto Garibaldi, sostiene que el pequeño tiene una grave discapacidad mental y no alcanza a entender el misterio de la eucaristí­a.

La comunidad laica de la región censura abiertamente el comportamiento del sacerdote. Mientras, entre los feligreses las opiniones están divididas.

Los hay que comprenden y comparten la decisión de Zaghi , pero también aquellos que recuerdan llamamientos del mismo papa para asegurar que la eucaristí­a sea repartida a todos cuantos sea posible, incluidos los que presentan una discapacidad mental.