Proponen que el billete de…

El Grupo Parlamentario Catalán (Convergí¨ncia i Unió) ha presentado una proposición no de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados en la que insta al Gobierno a establecer la gratuidad de los billetes de Renfe para la figura del asistente personal cuando viaje en calidad de acompañante de pasajeros con discapacidad.

La iniciativa, a la que ha tenido acceso Servimedia, aboga también por aumentar el número de plazas destinadas a pasajeros que no abandonan su silla de ruedas, “con independencia de la longitud del tren”.
De esta forma, CiU pide al Ejecutivo que modifique el Real Decreto 1544/2007, de 23 de noviembre, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los modos de transporte para personas “con discapacidad, con la finalidad de incrementar las plazas destinadas a viajeros que no abandonan su silla de ruedas, independientemente de la longitud del tren”.

 

Ya en abril de 2010, la Comisión para las Polí­ticas Integrales de la Discapacidad aprobó con modificaciones una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a estudiar esta posible ampliación de plazas y una modificación de las tarifas de los asistentes personales para aquellos casos estrictamente necesarios.

Los objetivos de la propuesta, explica CiU en la exposición de motivos de su PNL, se basaban y siguen basándose en modificar el decreto por el que se rige el número de plazas para personas con discapacidad que se mueven con sillas autónomas en los trenes, en especial de alta velocidad, teniendo en cuenta que las plazas se determinan de acuerdo a la longitud del tren.

En el caso de los trenes de alta velocidad, al medir 200 metros de largo les corresponden dos plazas para personas en silla de ruedas, lo que, señala el Grupo Parlamentario Catalán, dificulta que estas personas puedan moverse en grupo para dirigirse por ejemplo a una convención.

De esta forma, estos pasajeros se ven muchas veces obligados a escoger horarios que les hacen perder todo el dí­a, o bien, desplazarse la fecha anterior, lo que supone que no pueden elegir el horario que más les convenga. Para mejorar esta situación, Ciú sugirió en 2010 y reitera ahora que se habiliten para los pasajeros que viajan en su propia silla de ruedas dos de las ocho plazas situadas detrás de la cabina del conductor, que normalmente permanecen vací­as.