La inercia médica hace que…

En la imagen, una muestra de sangre en un laboratorio de análisis clí­nicos.La inercia médica hace que los profesionales sanitarios no diagnostiquen alteraciones de los lí­pidos en un 65,3 por ciento de los casos, unos resultados que alertan sobre la necesidad de adoptar una actitud “más proactiva” en el diagnóstico completo de la dislipemia o hipercolesterolemia en la práctica clí­nica habitual, especialmente si se tiene en cuenta que se trata de una enfermedad ligada a un incremento del riesgo cardiovascular.

Así­ lo refleja un estudio publicado en la revista ‘Plos One’ que se enmarca dentro del programa Escarval (Estudio Cardiometabólico Valenciano), en el que participan investigadores de la Universitat Jaume I, la Universitat de Valí¨ncia y la Universidad Miguel Hernández de Elche, según ha informado la UV en un comunicado. El proyecto Escarval no solo posibilita la realización de un “completo” mapa epidemiológico de la situación de enfermedades como diabetes, hipertensión y dislipemia, sino también la posibilidad de producir unas escalas de estratificación de riesgo cardiometabólico propias de la Comunitat Valenciana.

El estudio desarrollado sobre la inercia en dislipemia refleja que, en la Comunitat Valenciana, acudieron 1.395.669 personas al centro de salud en el segundo semestre de 2010, el 48,2 por ciento de las cuales estaba diagnosticado de colesterol alto, mientras que en el 51,8 por ciento restante de casos, la patologí­a no aparecí­a diagnosticada en su historial clí­nico, es decir, una parte de los mismos podrí­a tenerla sin diagnosticar. De estos pacientes no diagnosticados (un total de 723.604), se analizó a 11.386 que tení­an dos o más pruebas analí­ticas para determinar los lí­pidos en el periodo de tiempo analizado, y solo en un 34,7 por ciento de los casos las cifras fueron normales, por lo que estaba “justificada” la ausencia del diagnóstico de dislipemia. En el 65,3 por ciento restante, se detectó que no se habí­an diagnosticado los problemas de colesterol a pesar de existir.

Por último, el investigador del Departamento de Medicina de la Jaume I y miembro del Comité Cientí­fico del Estudio Escarval, Vicente Pallarés, ha destacado que los problemas de colesterol “no requieren, en muchas ocasiones, de tratamiento farmacológico, siendo en muchas ocasiones la modificación de estilos de vida la pauta inicial de intervención, pero sí­ que es importante diagnosticar a la población cuanto antes para favorecer el cambio de hábitos hacia una vida más saludable, y si fuera necesario tratarla farmacológicamente”.