Crece un 442% el uso…

El consumo de estatinas en diez año ha crecido un 442 por ciento, según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios, y que destaca la OCU tras observar que, en vez de cambiar sus hábitos nutricionales, un 40 por ciento de las personas con colesterol solo usan fármacos.

Nada justifica un crecimiento del consumo de estatinas (…), excepto una campaña mercantil muy hábilmente orquestada”, dice la organización de consumidores que acaba de presentar los datos de su última encuesta sobre el consumo de fármacos para el colesterol, realizado entre más de 2.300 españoles de entre 25 y 74 años. La encuesta, que viene a mostrar que “se están consumiendo fármacos para reducir el colesterol de manera indiscriminada”, se ha completado con estudios paralelos en Bélgica, Italia, Portugal y Brasil.

 

Según los datos, un 27 por ciento de los españoles tener problemas con el colesterol; tomar estatinas se ha convertido así­ en algo corriente, hasta el punto de que ésta es la opción para el 67 por ciento de las personas que intentan reducir los niveles de colesterol; un 2 por ciento optaron exclusivamente por adaptar su estilo de vida, practicar ejercicio fí­sico o controlar su dieta, mientras que el 41 por ciento se limitó exclusivamente a medicarse.

Ante esta situación, explican, “convendrí­a no crear alarma y conceder a este hecho el valor relativo que tiene a la hora de determinar el riesgo cardiovascular de cada persona. El mensaje de que el colesterol es malo y que hay que mantenerlo a raya ha calado entre los españoles”. En este sentido, señalan que tener unos niveles altos de colesterol no siempre es razón suficiente para medicarse. “Tener el colesterol alto no es en sí­ mismo una enfermedad, sino sólo uno de los muchos factores que podrí­an contribuir al desencadenamiento de problemas cardiovasculares”, añade.

Los datos de la encuesta llevada a cabo por OCU muestran que el 22% de los españoles consume o ha consumido estatinas u otros medicamentos para reducir el colesterol. Asimismo, un 34% de los encuestados ha tomando medicamentos con un colesterol inferior a 240 mg/dl e incluso hasta un 8% tení­a niveles de colesterol por debajo de 200 mg/dl. Por ejemplo, exponen, “una persona de 40 años con un colesterol algo por encima del lí­mite, pero que no fume y tenga un peso normal, si baja ese nivel no reducirá en más de un 1% su riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. La ganancia es tan pequeña que es discutible que merezca la pena exponerse a un tratamiento que es permanente, que tiene efectos adversos y un considerable coste tanto para los bolsillos particulares como para las arcas públicas”.