Un informe pone de relieve la necesidad de fomentar una vejez activa en España
Un informe presentado ayer en la Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia aborda las carencias que tiene en la actualidad la tercera edad en España y, asimismo, incide en la necesidad de implementar estrategias para fomentar y lograr un envejecimiento poblacional activo y saludable.
Este estudio, denominado ‘Informe: Una Vejez Activa en España’, ha contado con el impulso de la compañía biofarmacéutica Celgene y se ha desarrollado con el objetivo de explorar el concepto de ‘vejez activa’ y conocer si la población mayor española disfruta de buenas condiciones y calidad de vida. Además, el documento arroja una serie de recomendaciones adecuadas para el establecimiento de políticas y programas de actuación, destinados a conseguir un mayor nivel de participación y actividad en la sociedad por parte de nuestros mayores.
Asimismo, enmarcado en el Año Europeo del Envejecimiento Activo (2012), este estudio responde a la situación de creciente envejecimiento poblacional que vive España. Nuestro país tendrá que enfrentarse en unos años a la gestión eficiente de unos de los países más envejecidos del mundo. Según datos del Fondo de Población de la ONU, más de un tercio de la población española, un 38,3%, tendrá más de 60 años en 2050. Esta cifra situará a España como el séptimo Estado más envejecido del mundo.
España, con un tasa del 22,7% de mayores de 60 años en la actualidad, envejece más rápido que el conjunto de los países europeos; además, el porcentaje de personas mayores de 80 años en España se duplicará en 2050, al pasar de un 4,4% hoy en día a un 10,4% a mediados del presente siglo. Por su parte el envejecimiento poblacional es incuestionable en Galicia ya que, de los 2,72 millones de habitantes de la comunidad, casi una cuarta parte tiene 65 años o más, lo que supone que en torno a un 23 por ciento del total.
Por último, el informe ofrece más de 15 recomendaciones para fomentar el envejecimiento activo en España, siendo algunas de las más destacadas: Dejar de tratar el envejecimiento demográfico asociado a la modernización como una amenaza, es decir, no considerar la vejez como un grupo social, con intereses propios en competencia con el resto de edades o, por otra parte, fundamentar el desarrollo de actividades de tiempo libre en la mejora del bienestar físico y psíquico, de la satisfacción y de la calidad de vida de las personas mayores como mecanismo de autoafirmación personal y de superación de estereotipos.