Un antidepresivo común restaura la función del corazón
Un equipo liderado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Temple (TUSM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, ha detectado que un antidepresivo recetado comúnmente restaura la función del corazón en ratones con insuficiencia cardiaca, un hallazgo que podría llevara ensayos clínicos en una enfermedad durante mucho tiempo considerada irreversible.
El equipo, dirigido por Walter J. Koch, PhD, de la Cátedra William Wikoff Smith en Medicina Cardiovascular y director del Centro de Medicina Traslacional en TUSM, encontró que el antidepresivo paroxetina (también conocido como ‘Paxil’), revirtió la insuficiencia cardiaca en ratones, como se informa en un artículo sobre el trabajo publicado este miércoles en ‘Science Translational Medicine’. El efecto de la paroxetina no era por sus propiedades antidepresivas sino por la inhibición de una enzima específica que es un efecto secundario del fármaco. “Esto podría abrir el camino a una nueva clase de terapias para una enfermedad para la que carecemos de intervenciones efectivas”, augura Koch. “Como mínimo, la investigación sugiere que los médicos podrían considerar la prescripción de paroxetina en los pacientes con insuficiencia cardiaca que también sufren de depresión clínica. Si usted tiene que dar a estos pacientes un antidepresivo, ¿por qué no darles éste, que puede mejorar la función del corazón?”, se pregunta Koch.
La reversión de la enfermedad se produjo a las concentraciones de paroxetina similares a las encontradas en la sangre de las personas tratadas por depresión, aunque Koch advierte que lo que ocurre en los roedores no es garantía de que se vaya a producir la misma respuesta en los seres humanos.
Más de medio millón de estadounidenses son diagnosticados con insuficiencia cardiaca cada año, y 5,1 millones viven con la enfermedad. Aunque el tratamiento ha mejorado significativamente en los últimos años con el uso de beta bloqueadores e inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, una vez que comienza el deterioro del músculo del corazón, no ha habido forma de revertirlo sin un trasplante de corazón. Aproximadamente la mitad de las personas con diagnóstico de insuficiencia cardiaca mueren dentro de los cinco años.