De todos es sabido que el desayuno es la comida más importante dí­a, sin embargo, no le damos a veces la importancia que se merece. Diferentes investigaciones han mostrado a lo largo de los últimos años que las personas que no desayunan tienen una incidencia de infartos de hasta un 27% superior, con respecto a aquellas que sí­ lo hacen.

Ahora, un reciente estudio realizado por el Hospital de San Juan (Alicante) y el Hospital General de Valencia, ha comprobado que el hábito de no desayunar y/o de desayunar incorrectamente tiene una relación importante en las personas con un sí­ndrome coronario aguado (SCA), es decir, infarto de miocardio o angina inestable.

Para esta investigación, publicada recientemente en la Revista Española de Cardiologí­a (REC), se analizaron los hábitos alimentarios en el desayuno de 181 pacientes ingresados por un SAC mediante diez preguntas que versaban sobre la adherencia a la dieta mediterránea, el estilo de vida y la alimentación saludable. “El objeto era ver si en esta población que ingresan por episodios cardiacos agudos tení­an malos hábitos alimentarios y de ejercicio”, asegura a EL MUNDO Lorenzo Fácila, miembro de la Sociedad Española de Cardiologí­a y cardiólogo clí­nico del Hospital General de Valencia.