Promueven una exposición artí­stica itinerante…

La exposición itinerante “El mundo fluye. Dos miradas sobre una misma realidad” mostrará en el Centro de Historias de Zaragoza hasta el 9 de septiembre un total de 30 obras que giran en torno a la discapacidad.

Se trata de una recopilación de obras adquiridas o donadas a dicha fundación creadas por 24 artistas, de los que 20 tienen algún tipo de discapacidad y el resto se basan en ellas para sus creaciones. En este sentido, la directora de Cultura de la Fundación ONCE, Mercé Luz, ha recalcado que “el arte es, de por sí­, un aliado de las discapacidades” por ser la actividad “más integradora” y no hacer distinción entre personas, y que estas discapacidades “no disminuyen la capacidad de crear arte o de disfrutar con él”. Esta exposición llega a la capital aragonesa tras pasar por más de diez ciudades, como Barcelona, Alicante, Valencia, Sevilla, Huesca o San Sebastián.

Por sus caracterí­sticas, la muestra ha de ser accesible, tanto en el centro elegido, como en los contenidos, en los que “todo se puede tocar” y que contarán con audio-guí­as y signo-guí­as, mediante unos dispositivos en los que los asistentes con discapacidades auditivas podrán visualizar las explicaciones con lenguaje de signos. Una de las piezas claves que se podrán disfrutar durante estos casi dos meses es una composición realizada a base de hilos de lana de la norteamericana Judith Scott, ya fallecida, quien nació sordomuda y con sí­ndrome de Down.

Otra de las obras más curiosas viene de la mano de Constantino Ciervo, titulada “Linguaggio muto”, una máquina de escribir con una pantalla adherida en la que muestra lo que se está escribiendo en lenguaje de signos. Dentro de las obras gráficas, destaca una del poeta visual Miguel Agudo, en la que la palabra “problema” aparece con las letras r, b y l y queda como “poema”, como ejemplo de lo que se puede lograr a pesar de las discapacidades. Otro artista, Germán Gómez, se inspira en la discapacidad intelectual utilizando técnicas del barroco como el claroscuro, mientras que el mexicano Gerardo Nigenda, ya fallecido, incorpora el braille a sus fotografí­as, primando los diálogos sobre la imagen.

Por último, la exposición se completa con “La poética del movimiento” de Rodrigo Raimondi, artista con sí­ndrome de Down con clara inspiración en Sorolla, y con obras del filósofo y fotógrafo esloveno Eugene Bavcar, el artista procedente de la movida madrileña Miguel íngel Campano o de la reconocida fotógrafa Cristina Garcí­a Rodero, entre otras.