Profesionales sanitarios aseguraron que el autocontrol del í­ndice de coagulación por los propios pacientes anticoagulados es una estrategia clave para la sostenibilidad y la eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que mejorarí­a los resultados clí­nicos de este colectivo, al tiempo que contribuirí­a a disminuir la presión asistencial de médicos y enfermeros.

Así­ lo manifestaron los especialistas en la segunda jornada de Formación a Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares, organizada por la Asociación Madrileña de Pacientes Anticoagulados (AMAC), que se está celebrando en Aranjuez (Madrid). Durante la jornada, el doctor Eduardo Tamayo, médico de familia del centro de salud de Gros, en Guipúzcoa, aseguró que el paciente anticoagulado es “perfectamente capaz” de responsabilizarse de su propia salud si se le facilitan las herramientas adecuadas, y en este sentido, dijo que diversos estudios confirman que el autocontrol del í­ndice de coagulación mejora considerablemente los resultados clinicos de este grupo de población, reduciendo posibles complicaciones.

Asimismo, subrayó que, de cara al sistema sanitario, este autocontrol disminuye la presión asistencial de médicos y enfermeros, permitiendo una mejor estructuración de las funciones del personal sanitario.
Por ello, Tamayo y el resto de especialistas reunidos abogaron por la inclusión del autocontrol de los pacientes anticoagulantes en las carteras de prestaciones de los servicios de salud porque “la implantación de este sistema es perfectamente factible y debe hacerse de forma paulatina y progresiva”.