Personas con discapacidad fabrican en Alemania un anillo que reducir en un 75% los partos prematuros
Un sencillo anillo de silicona. Eso es todo. Pero ese anillo logra reducir en un 75% los partos prematuros en embarazos de riesgo. Un estudio del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha demostrado la eficacia de este sencillo invento.
En ensayos previos, la Unidad de Medicina Maternofetal del Servicio de Obstetricia del Vall d’Hebron ha probado la eficacia de este anillo de silicona, sobre una muestra de 15.000 mujeres que tenían en común un cuello uterino corto (longitud de 25 milímetros), lo que es un factor de riesgo de partos prematuros.
El método es sencillo. El anillo, también conocido como pesario, se introduce por la vagina sin necesidad de cirugía y no genera molestias ni efectos secundarios.
El pesario se introduce doblado por la vagina y, una vez desplegado en la matriz, actúa como un tapón, lo que evita que el feto se oriente hacia la vagina y le obliga a recuperar la posición normal.
A la semana 37 de gestación, el anillo se retira por la vagina para que la mujer pueda dar a luz con normalidad. El coste del pesario, que fabrican discapacitados de la ONG alemana Clara-Angela-Foundation, es de solo 38 euros.
El nacimiento prematuro (antes de las 34 semanas de gestación), que se da en un 8% de los casos en España, es la principal causa de enfermedad grave y de mortalidad del recién nacido.
Para reducir esa tasa de prematuridad basta con que la sanidad pública amplíe a la zona vaginal la ecografía de las 20 semanas de gestación que, por sistema, se practica a todas las embarazadas.
La mujeres que tienen el cuello de útero corto lo desconocen porque esta malformación no les genera ninguna molestia y sólo se detecta por ecografía.
Elena Carreras, jefa de la Unidad de Medicina Maternofetal del Servicio de Obstetricia del Vall d’Hebron ha sido la coordinadora del estudio, que publica la revista The Lancet. La doctora considera que el sistema sanitario tiene que hacer este pequeño esfuerzo, “con el que se evitarán numerosos partos prematuros que, a la larga, generan mucha más gasto”.
En el estudio, que ha contado con financiación del Instituto de Salud Carlos III, han colaborado con la aportación de unas 400 pacientes de otros cinco centros españoles: El Hospital de Fuenlabrada (Madrid), el Maternoinfantil de Las Palmas de Gran Canaria, el Son Llí tzer de Palma de Mallorca, el de Sant Joan de Reus (Tarragona) y el Instituto Dexeus de Barcelona.