LOS PRERREQUISITOS DE APRENDIZAJE

 

En el camino de promoción hacia una educación verdaderamente inclusiva, es fundamental reconocer y abordar las necesidades y habilidades de todo el alumnado. Y es aquí, en este contexto, donde los prerrequisitos de aprendizaje emergen como cimientos sólidos para cultivar la autonomía en el proceso educativo.

En este sentifdo, hoy tratamos de dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué son los prerrequisitos de aprendizaje y cómo pueden convertirse en pilares fundamentales para el desarrollo de la autonomía en un entorno educativo inclusivo?

 

PRERREQUISITOS DE APRENDIZAJE Y SU PAPEL EN LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

Los prerrequisitos de aprendizaje o requisitos previos de conocimiento, son los conocimientos, habilidades, experiencias o condiciones necesarias que una persona debe tener antes de poder comprender y asimilar nuevos conceptos o habilidades. Es decir, son la base sobre la cual se construyen nuevos conocimientos y habilidades.

Identificarlos y comprenderlos es importante tanto para los docentes como para el alumnado, ya que permite proporcionar el apoyo necesario para que el alumnado alcance sus metas educativas.

 

ÁREAS INFLUIDAS POR LOS PRERREQUISITOS DE APRENDIZAJE

Por tanto, ya hemos visto que los prerrequisitos son aspectos que fomentan la autonomía en el alumnado y permiten que su aprendizaje siga avanzando, pero si estos prerrequisitos no están afianzados, hay aspectos que va a costar mucho más alcanzar.

De esta manera, las principales áreas de trabajo con el alumnado son:

  • Área cognitiva.
  • Habilidades de autonomía personal.
  • Habilidades sociales.
  • Habilidades comunicativas.
  • Habilidades académicas funcionales.

Y en ellas nos encontramos prerrequisitos como: atención, memoria, destreza óculo-manual, discriminación, coordinación, lateralidad, orientación espacio-temporal…

 

ESTRATEGIAS EFECTIVAS PARA EL DESARROLLO DE LOS PRERREQUISITOS DE APRENDIZAJE

Aunque hemos dicho que los prerrequisitos son los conocimientos sobre los cuales se construyen las habilidades y conocimientos, hay que tener en cuenta que cada alumno y alumna tiene un punto de partida único, y es esencial responder a estas diferencias individuales en el aula.

Por ello, a continuación, proponemos unas estrategias para potenciarlos y al mismo tiempo promover la autonomía y el éxito en todo el alumnado:

  • Realizar evaluaciones iniciales al comenzar nuevos temas de trabajo, identificando así los conocimientos previos y habilidades de cada uno.
  • Diseñar actividades accesibles, es decir, que se adapten a las diferentes habilidades, formas de aprendizaje y necesidades del alumnado, de manera que puedan reforzar los prerrequisitos de aprendizaje a su propio ritmo y nivel.
  • Desarrollar talleres de refuerzo de prerrequisitos de aprendizaje a través de actividades prácticas, juegos educativos, sesiones de tutoría… centrándose en áreas específicas como: matemáticas, lectura, escritura, habilidades sociales, técnicas de estudio… según las necesidades que se hayan detectado.
  • Usar tecnología educativa que permita al alumnado practicar y reforzar los prerrequisitos de aprendizaje de manera interactiva y más atractiva. Por ejemplo, a través de aplicaciones móviles, juegos educativos en línea o programas de software.
  • Implementar experiencias de aprendizaje cooperativo en las que el alumnado aborden actividades y problemas relacionados con los prerrequisitos de aprendizaje. Estos les brinda una oportunidad excelente para compartir conocimientos y aprender unos de otros.
  • Ofrecer retroalimentación efectiva, es decir, constructiva y específica sobre las áreas de fortalezas y áreas de mejora, y ofrecer sugerencias u orientaciones específicas para el desarrollo continuo.
  • Promover el aprendizaje activo en el que el propio alumnado esté involucrado en actividades prácticas y significativas que les permitan aplicar y practicar los prerrequisitos de aprendizaje en contextos reales.

Estas son solo ejemplos de estrategias, lo importante es diseñarlas según las necesidades específicas de cada realidad educativa.

 

En definitiva…

Al reconocer y abordar los prerrequisitos de aprendizaje como base para la autonomía, estamos allanando el camino hacia una educación más inclusiva y equitativa. Esto no solo les permite alcanzar su máximo potencial académico, sino que también les prepara para una vida de aprendizaje continuo y autónomo.