Los científicos avanzan en el desarrollo de una terapia celular personalizada para el cáncer cerebral
Las células inmunes modificadas para buscar y atacar a un tipo de cáncer cerebral mortal resultaron ser seguras y efectivas en el control del crecimiento tumoral en ratones que fueron tratados con estas células modificadas, según un estudio realizado por un equipo de la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, y los Institutos Novartis para la Investigación Biomédica. Los resultados, publicados en ‘Science Translational Medicine’, allanan el camino hacia un ensayo clínico recientemente abierto para los pacientes con glioblastoma en Penn.
“Una serie de ensayos de Penn, que comenzaron en 2010, han encontrado que las células T modificadas tienen un efecto en el tratamiento de algunos tipos de cáncer de la sangre, pero la expansión de este enfoque a los tumores sólidos ha planteado desafíos -relata la autora principal del estudio, Marcela Maus, profesora asistente de Hematología/Oncología en el Centro de Cáncer Abramson de Penn–. Un aspecto difícil de aplicar de la tecnología de células T de ingeniería es encontrar los mejores blancos en los tumores, pero no en tejidos normales. Ésta es la clave para hacer este tipo de terapia de células T eficaz y segura al mismo tiempo”.
El nuevo estudio preclínico, realizado en colaboración con Hideho Okada y sus colegas de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, detalla el diseño y el uso de las células T modificadas para expresar un receptor de antígeno quimérico (CAR, por sus siglas en inglés) que se dirige a una mutación en la proteína del receptor del factor de crecimiento epidérmico llamada EGFRvIII, que se encuentra en aproximadamente el 30 por ciento de las células tumorales de glioblastoma de los pacientes.
Más de 22.000 estadounidenses son diagnosticados con glioblastoma cada año. Los pacientes cuyos tumores expresan la mutación EGFRvIII tienden a padecer glioblastomas más agresivos y sus tumores son menos propensos a responder favorablemente a las terapias estándar y tienden más a recurrir después de los tratamientos. “Los pacientes con este tipo de cáncer cerebral tienen un pronóstico muy pobre. Muchos sobreviven menos de 18 meses después de su diagnóstico -señala M. Sean Grady, profesor y presidente del Departamento de Neurocirugía-. Hemos llamado a expertos de una variedad de campos para desarrollar una innovadora inmunoterapia personalizada para ciertos tipos de cáncer de cerebro”. El nuevo ensayo está dirigido por Donald M. O’Rourke, profesor asociado de Neurocirugía, que supervisa una colaboración interdisciplinaria de neurocirujanos, neurooncólogos, neuropatólogos, inmunólogos y expertos en medicina transfusional.
Por último, en primer lugar, el equipo desarrolló y probó varios anticuerpos, o lo que inmunólogos llaman fragmentos variables de cadena sencilla (scFv), que se unen a células que expresan EGFRvIII en su superficie. Los scFv que reconocen la proteína mutada EGFRvIII deben ser rigurosamente probados para confirmar que no se unen a las proteínas EGFR normales, no mutadas, que son ampliamente expresadas en las células en el cuerpo humano.