Las ‘Setas’: una obra del XXI que incumple la ley sobre accesibilidad
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, que dirige José Chamizo, ha emitido una resolución tras una queja abierta de oficio por la institución tras tener conocimiento de que las instalaciones del complejo urbanístico Metropol Parasol, ubicado en la plaza de la Encarnación de Sevilla y más conocido como las ‘Setas’, presentaban problemas de accesibilidad para personas con discapacidad en algunos de sus espacios destinados al uso público.
En la resolución, Chamizo critica estos problemas, concluyendo que el diseño de la edificación no se ha ajustado -ni las ha respetado en su totalidad- a las previsiones recogidas en la Ley de Atención a las personas con discapacidad en Andalucía, en cuyo articulado se dispone que en todas las actuaciones que se realicen por cualquier entidad pública o privada en materia de edificación “se garantizará a las personas afectadas por cualquier tipo de discapacidad física la accesibilidad y utilización de los bienes y servicios de la sociedad”.
Resulta, para la oficina, “injustificable” que una manifestación de la arquitectura contemporánea “que pretende ser una obra de referencia y cuyo proyecto de selección se efectuó a través de un concurso público, inaugurada en 2011, se diseñe y se ejecute conteniendo peldaños y rampas que impiden que las personas discapacitadas accedan sin necesidad de apoyo técnico y con autonomía a los distintos espacios de uso público de este edificio”. Y ello, a pesar de que la obra requirió más dinero del inicialmente previsto y que se retrasó durante años.
Los problemas detectados por el Defensor del Pueblo Andaluz eran de tal índole que, aun cuando el ascensor llega hasta la zona del mirador, las personas discapacitadas usuarias de sillas de ruedas solamente pueden transitar un reducido espacio en las cercanías del mismo, encontrándose a continuación con escalones que impiden acceder al resto de los caminos peatonales; así, “se carece de itinerarios practicables para personas con movilidad reducida que permitan acceder a la totalidad de las instalaciones”.
El Ayuntamiento, en su momento, adujo que con objeto de paliar la falta de accesibilidad que inicialmente padecía el proyecto técnico se dotó al edificio de una oruga salvaescaleras que hace posible el acceso. No obstante, la oficina -que resalta que no se considera la posibilidad de que sean dos o más las personas discapacitadas que soliciten el uso de este dispositivo de forma simultánea- cree que en una construcción singular como ésta se hubiera debido mostrar “la capacidad de la arquitectura contemporánea de dar respuesta a las demandas y necesidades sociales”.
Por todo ello, el Defensor del Pueblo Andaluz ha recomendado al Consistorio que en futuros proyectos o edificaciones que se aprueben o ejecuten se tenga “en plena consideración” el concepto de accesibilidad, “de forma que sea posible para cualquier persona discapacitada, sea o no usuaria de silla de ruedas, la utilización y disfrute de todos sus espacios públicos en condiciones de igualdad con el resto de ciudadanos, seguridad y autonomía”.