La obesidad provoca cambios en…

La obesidad, en lugar de la dieta, provoca cambios en el colon que pueden llevar al cáncer colorrectal, según un estudio realizado en ratones por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y publicado en la edición digital de este martes de ‘Cell Metabolism’. El hallazgo refuerza la recomendación de que el control de calorí­as y hacer ejercicio con frecuencia no sólo son la clave para una vida sana sino una estrategia para reducir el riesgo de cáncer de colon.

Un gran cuerpo de literatura cientí­fica alerta de que las personas que son obesas tienen predisposición a padecer un elevado número de cánceres, especialmente el colorrectal, según señala uno de los expertos de este trabajo, Thomas Eling, cientí­fico del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés), perteneciente al NIH. Para comprender mejor los procesos que subyacen a esta relación, este investigador y sus colegas alimentaron dos grupos de ratones con una dieta en la que el 60 por ciento de las calorí­as provení­a de la manteca de cerdo. El primer grupo de ratones poseí­a una versión humana de un gen llamado NAG-1, que se ha demostrado que protege contra el cáncer de colon en otros estudios con roedores, mientras el segundo grupo no lo tení­a.

Los roedores con NAG-1 no ganaron peso después de ingerir la dieta alta en grasas mientras que los ratones que carecí­an del gen NAG-1 engordaron, además de que los obesos mostraron señales moleculares en su intestino que llevaron a la progresión del cáncer, unos indicadores que no poseí­an los roedores con NAG-1.

Por último, los investigadores buscaron pistas moleculares mediante el aislamiento de células del colon de los ratones y analizaron un grupo de proteí­nas llamadas histonas. Las histonas empaquetan y organizan el ADN en el núcleo de una célula y, a veces, se someten a un proceso conocido como acetilación, en el que las etiquetas quí­micas se unen a su superficie. El patrón de acetilación varí­a dependiendo de los procesos quí­micos que suceden en la célula.