La alcachofa y sus beneficios…

La alcachofa (Cynara scolymus L.) es una especie perteneciente a la segunda familia más numerosa de plantas, las ‘Asteraceae’, con más de 20.000 especies, conocida desde el siglo IV antes de Cristo como alimento y remedio.

Fue muy apreciada por los ancianos romanos, quienes la usaban como un alimento con efectos beneficiosos sobre la digestión. Según explica a Infosalus Domingo Ruiz-Cano, investigador del Departamento de Fisiologí­a de la Facultad de Biologí­a y del Grupo de Investigación en Nutrición de la Universidad de Murcia (GRUNUMUR), la parte comestible de la alcachofa es la inflorescencia inmadura llamada ‘capitulum’ o cabeza, que está protegido por hojas carnosas (brácteas). “Se ha descrito que la cabeza de la alcachofa tiene el contenido más alto de polifenoles totales entre numerosas verduras”, señala el investigador. Se trata de una verdura originaria de la Europa Mediterránea, los árabes jugaron un papel fundamental en su difusión en el área del sur del mediterráneo durante la edad media. A nivel mundial, el cultivo de la alcachofa se encuentra ampliamente distribuido, con un área de cultivo de 130.676 hectáreas y una producción de 1.793.015 toneladas, concentrándose principalmente en la región Mediterránea, con una producción anual de 814.687 toneladas siendo España el principal productor de esta hortaliza en el mundo después de Italia. Este alimento vegetal representa una fuente natural de ácidos fenólicos, tales como cinarina (ácido 1,5-dicafeoilquí­nico) y ácido clorogénico (ácido 5-cafeoilquí­nico) como los fenoles más abundantes. Además, los derivados de flavonoides tales como luteolina y apigenina se han encontrado en las hojas y cabezas de esta planta”, aclara Ruiz-Cano. “También en la alcachofa está presente un hidrato de carbono de reserva que es la inulina un tipo de fructooligosacarido (FOS), constituido por varias unidades de fructosa con enlaces que son resistentes a las enzimas intestinales, por lo que llega al intestino grueso y allí­ las enzimas de los microorganismos que colonizan esta parte de nuestro intestino las digieren y utilizan”, apunta Ruiz-Cano, cuyo grupo de trabajo investiga sobre estos componentes y sus efectos beneficiosos sobre la microbiota y por ende la salud intestinal. Por ello, la alcachofa tiene un valor calórico reducido y efectos beneficiosos como fibra dietética, la denominada función prebiótica. Otros estudios indican que la alcachofa puede tener propiedades antioxidantes, anticancerí­genas, antibacterianas y propiedades diuréticas, también puede inhibir la biosí­ntesis del colesterol y la oxidación de la LDL (el conocido como colesterol malo).