El 6% de los casos…

En la imagen, una investigadora clí­nica de un laboratorio. Un estudio de la Sociedad Española de Neumologí­a y Cirugí­a Torácica (Separ) ha revelado que el 6 por ciento de los casos de tuberculosis que se detectan en España son ya resistentes a fármacos, con diferencias entre la población autóctona y la inmigrante, ya que estos últimos tienen el doble de riesgo de sufrir una variante más difí­cil de tratar.

En concreto, y según los datos de un estudio que se presentará en el congreso nacional de esta sociedad cientí­fica que tendrá lugar en Bilbao, se ha visto que la resistencia a la isoniacida afecta al 11,9 por ciento de la población inmigrante con tuberculosis (frente al 4,1% de los nacidos en España) y la multirresistencia al 3,4 por ciento (frente al 1,2% de la población autóctona). A pesar de que se trata de una enfermedad curable, la resistencia de la bacteria a los fármacos que se usan habitualmente para combatirla está generando un problema a nivel mundial, especialmente en los paí­ses donde es más prevalente. Pero ahora se observa como también comienza a afectar a España. ‘La movilidad geográfica y diferentes factores sociales que encontramos en el mundo actual han condicionado el aumento de la resistencia a fármacos antituberculosos en muchos paí­ses’, según ha reconocido Teresa Rodrigo, especialista en Salud Pública y miembro de Separ. De hecho, explica que el mayor riesgo en población inmigrante se debe a la elevada prevalencia de tuberculosis en los paí­ses de origen. Todo ello hace que sea necesaria la vigilancia sistemática del paciente y el inicio del tratamiento con cuatro fármacos antituberculosos ‘con el objetivo de minimizar los sí­ntomas y aumentar la adherencia’.

Por último, igualmente, han visto que las costumbres sociales y religiosas, y el bajo nivel económico del colectivo inmigrante, pueden contribuir a una baja adherencia al tratamiento. «En los casos de pacientes inmigrantes que sufren tuberculosis hemos observado que existe una mayor dificultad en la comprensión de la enfermedad y su tratamiento, debido principalmente a la barrera idiomática, social y económica», han lamentado.