Aumenta un 25% el número…

En la imagen, un paciente en una unidad de ictus.Más de 83.000 personas de 20 años y más jóvenes en el mundo se ven afectados por el accidente cerebrovascular cada año. El derrame cerebral, una condición tradicionalmente asociada con la edad avanzada, afecta cada vez más a jóvenes y a personas de mediana edad, según las principales conclusiones del Estudio sobre la Carga Global y Regional del Ictus 1990-2010, publicado en ‘The Lancet’.

Además, se prevé que el importe global de la discapacidad y la enfermedad y la muerte prematura causada por un accidente cerebrovascular se duplique en todo el mundo para 2030. A nivel mundial se ha producido un aumento alarmante del 25 por ciento en el número de casos de ictus entre las personas de 20 a 64 años en los últimos 20 años, representando en este grupo el 31 por ciento del número total de accidentes cerebrovasculares, en comparación con el 25 por ciento de antes de 1990, según concluye este primer análisis integral y comparable de la carga regional y por paí­ses del ictus entre 1990 y 2010.

Por primera vez, los cientí­ficos también fueron capaces de estudiar la incidencia del accidente cerebrovascular en los niños y los jóvenes y vieron que más de 83.000 personas de 20 años y más jóvenes se ven afectados por el accidente cerebrovascular en el mundo cada año. Sorprendentemente, el 0,5 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares ocurren en este grupo de edad.

Un segundo estudio publicado en ‘The Lancet Global Health’ muestra que en 2010, las tres quintas partes (61,5 por ciento) de la discapacidad y más de la mitad (51,7 por ciento) de las vidas perdidas a un accidente cerebrovascular fueron el resultado de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (la forma más mortal, sobre todo causada por la presión arterial alta y los estilos de vida poco saludables), a pesar de ser tan común como los accidentes cerebrovasculares isquémicos.

Asimismo, los más afectados son los menores de 75 años y los que viven en paí­ses de bajos y medianos ingresos (PBMI), donde la incidencia de ictus hemorrágico ha aumentado en torno al 19 por ciento. Los autores advierten que el cambio en la carga del derrame cerebral hacia las poblaciones más jóvenes es probable que continúe a nivel mundial a menos que se implementen con urgencia estrategias preventivas eficaces.

Dirigido por el profesor Valery Feigin, director del Instituto Nacional del Ictus y Neurociencias Aplicadas de la Universidad de AUT en Nueva Zelanda, un equipo internacional de investigadores realizó una búsqueda exhaustiva de los datos disponibles para estimar la incidencia, la prevalencia y la mortalidad prematura y la discapacidad causada por el infarto cerebral (y los dos subtipos principales isquémico y hemorrágico) en 21 regiones del mundo para 1990, 2005 y 2010.

Por último, mientras que la edad media de las personas con ictus ha aumentado ligeramente, la mayor parte de la carga de accidente cerebrovascular (enfermedad global y muerte) ha pasado de personas mayores de 75 años a individuos de 74 años y más jóvenes. Este grupo representa el 62 por ciento de los nuevos infaros cerebrales; el 45 por ciento de las muertes y el 72 por ciento de la enfermedad y la discapacidad. Estas cifras son significativamente mayores en los PBMI y van en aumento.