El uso de la lengua…

Un reciente estudio demuestra, por vez primera, que la lengua de signos tiene un impacto favorable en el hábito lector en la educación de jóvenes con discapacidad auditiva.

Es una de las principales conclusiones del estudio ‘La percepción de las personas sordas sobre la lectura: una mirada a la adolescencia’, dirigido por la Fundación CNSE y presentado el pasado viernes en Madrid por el secretario de Estado de Cultura, José Marí­a Lassalle, y por la presidenta de la CNSE y su Fundación, Concha Dí­az. La lengua de signos, según el estudio, adquiere una relevancia especial para fomentar la lectura en los adolescentes con sordera. El motivo es que dota a estos jóvenes de más habilidades de expresión, enriquece su léxico y facilita su aprendizaje, por lo que les otorga mayores habilidades para ser autónomos y, debido a ello, facilita su inclusión educativa y social.

Este informe sido realizado a través de entrevistas en profundidad con jóvenes de la Comunidad de Madrid de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, así­ como con miembros de sus familias y educadores. Del mismo se desprende que las dificultades que encuentran los jóvenes con sordera en el ámbito educativo (falta de intérpretes, recursos y herramientas adaptadas a su realidad) complican su inclusión educativa y motiva que el hábito de leer les ocasione un sobreesfuerzo.

Por todo ello, las familias y los educadores de adolescentes con discapacidad auditiva opinan que la lectura es un ejercicio imprescindible para sus hijos y alumnos y que es ‘esencial para su desarrollo educativo, social y personal’. En este sentido, el informe revela que ‘los jóvenes escolarizados en centros bilingí¼es (aquellos con lenguaje oral y lengua de signos) presentan mayores garantí­as de éxito’ en el ejercicio y fomento de la lectura.