Nueve niños con discapacidad, con bicicletas adaptadas, ayudados por familiares, entrenadores y voluntarios, en total 40 personas, llegaron al Obradoiro a última hora de la mañana de ayer.

Culminaron una nueva edición de Discamino infantil, que partió de Vigo el viernes, y recorrió en tres etapas el Camino Portugués. Discamino (www.discamino.org) comenzó en Agosto de 2009, cuando Gerardo, un joven sordo-ciego de Vigo, hizo su primer Camino de Santiago, sobre un triciclo tándem de origen holandés, donado, para que pudiese materializar su sueño. En el Obradoiro, se felicitó por haberlo terminado sin percances, y solicitó «buscad más personas con problemas como yo para hacer el Camino muchos años». Desde entonces, esta organización viguesa peregrina altruistamente todos los años. Esta vez la expedición fue infantil, lo que añadió todaví­a más dificultad al reto.