ODS 4: “EDUCACIÓN DE CALIDAD”: DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Hoy en día es cada vez más sonado el término “Objetivos de Desarrollo Sostenibles” (ODS), los cuales se plantean como 17 objetivos para transformar el mundo, para que los países y sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todas las personas sin dejar a nadie atrás (Organización de las Naciones Unidad, 2015).
Estos 17 objetivos engloban diferentes aspectos vitales:
- Fin de la pobreza.
- Hambre cero.
- Salud y bienestar.
- Educación de calidad.
- Igualdad de género.
- Agua limpia y saneamiento.
- Energía asequible y no contaminante.
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Industria, innovación e infraestructura.
- Reducción de las desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
- Vida de ecosistemas terrestres.
- Paz, justicia e instituciones sólidas.
- Alianzas para lograr los objetivos.
Todos ellos son importantes, y se encuentran interrelacionados. En este sentido, desde FAMMA – Concemfe Madrid queremos dedicar esta entrada del blog a la importancia del ODS 4: Educación de calidad, haciendo un breve repaso sobre lo que engloba dicho término, lo que es necesario tener en cuenta para alcanzarla y proponiendo interesantes lecturas para poder enriquecer la práctica docente.
¿A QUÉ HACE REFERENCIA EL TÉRMINO: “EDUCACIÓN DE CALIDAD”?
El ODS 4 habla de educación. Es decir, se centra en el derecho que deben tener todas las personas de acceder a la educación durante todas las etapas de la vida, ya que en cada una de ellas nos acercamos más a ser los ciudadanos que nuestra sociedad del futuro necesita.
Pero además del derecho, nos habla de las principales características que debe tener dicha educación para ser de calidad, ser: inclusiva, equitativa y vital.
Parece algo complejo, pero debe convertirse en algo simple, diario, cotidiano. Así que vamos a reflexionar sobre cómo alcanzarla en nuestras aulas y centros educativos.
¿CÓMO SE ALCANZA LA EDUCACIÓN DE CALIDAD?
Si unimos las cuatro características indicadas anteriormente: inclusión, equidad, calidad y vital, podemos llegar a la siguiente reflexión: garantizar que todas las personas tengan cabida en el desarrollo cotidiano de la educación a todos los niveles. Es decir, que el sistema educativo y la propia práctica educativa asegure una respuesta adecuada a cada uno de los alumnos y alumnas, respetando, respondiendo y valorando positivamente sus diferencias.
Así, para alcanzar esta realidad tan compleja pero necesaria, es necesario tener en cuenta:
- El lugar, es decir, que el espacio educativo sea común, inclusivo, tanto en el propio aula durante la jornada escolar, como fuera de ella, por ejemplo, el patio o las actividades complementarias o extraescolares. Para ello es fundamental valorar la diversidad en todas sus facetas y verla como un valor añadido y enriquecedor para todos y todas.
- La participación, el hecho de alcanzar un bienestar en el que todas las personas se sientan parte del grupo y tengan voz, creando así una verdadera cultura inclusiva.
- El aprendizaje, el cual no debe hacer referencia únicamente a los buenos resultados académicos, sino que debe ir más allá y valorar el progreso personal de cada estudiante en todas las dimensiones del desarrollo.
Ahora bien… ¿cómo podemos poner en práctica una verdadera educación de calidad en el día a día en las aulas?
UNA PROPUESTA DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Existen numerosas metodologías, técnicas, herramientas… educativas que nos permitirán crear un verdadero clima inclusivo en el aula. Pero tenemos que tener claro que ninguna de ellas nos va a dar la solución definitiva.
Cada recurso educativo tiene sus pros y sus contras, nos servirá en ocasiones, y en otras no, pero eso no quiere decir que no sea útil. Todo docente debe responder de la manera más adecuada a su alumnado, y para ello debe empaparse de diferentes experiencias, pero sobre todo, debe estar dispuesto a aprender de sus propios alumnos y alumnas, ya que tiene un lugar privilegiado de enriquecimiento personal y profesional.
Por tanto, las propuestas más valiosas las podemos encontrar en libros escritos a través de los ojos del corazón y la experiencia. Aquí tenéis una pequeña recopilación de ellos:
- Enseñar distinto. Guía para innovar sin perderse en el camino. Melania Furman (2022).
- Aula inclusiva. Alba María Sabuco (2022).
- ¿Eres el profe que te hubiera gustado tener?. Nino Cevera (2022).
- Humanizar la educación. César Bona (2021).
- Accesibilidad de las TIC para la diversidad funcional cognitiva. Pedro Román Graván, Cristóbal Ballesteros Regaña, Esther Fernández Márquez, Carlos Hervás-Gómez (2020).
- Educación inclusiva: El sueño de una noche de verano. Gerardo Echeita Sarrionandia (2019).
- Por qué la infancia. Francesco Tonucci (2019).
- La escuela más feliz: ideas para descubrir el don de cada niño y estimular su educación. La revolución secreta de las aulas. Rosa Jové (2017).
- Educación ¿talla única?. Ana Roa (2017)
- Escuelas creativas: la revolución que está transformando la educación. Ken Robinson (2015)
Esperamos que os gusten, y os acompañen en vuestro quehacer educativo para uniros al camino hacia la verdadera educación de calidad.