21 de octubre: DÍA DE…

 

¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE?

Los trastornos del desarrollo del lenguaje se engloban dentro de los trastornos del lenguaje, y se definen como: trastornos severos y persistentes en la adquisición y el desarrollo del lenguaje oral, que no están asociados a una condición médica, que pueden involucrar a uno o varios componentes del lenguaje en diferente grado, tanto a nivel expresivo como receptivo, y que afectan al desarrollo social y/o escolar.

Tiene una prevalencia de entre el 2-7% en la población infantil.

 

¿A QUÉ AFECTAN LOS TDL?

No son trastornos homogéneos, presentan una gran heterogeneidad, dando lugar a gran variedad de dificultades. Así, la afectación puede darse a nivel:

  • Fonológico: dificultad para articular palabras, para discriminar fonológicamente, segmentar sonidos, sustituir sonidos…
  • Semántico: bajo vocabulario, dificultad para aprender nuevos conceptos, para recuperar palabras conocidas, para comprender explicaciones orales…
  • Morfosintáctico: uso casi exclusivo de frases sencillas, empleo de sobrerregularizaciones, errores morfológicos…
  • Pragmático: limitada fluidez, narraciones poco organizadas, escasa habilidad para iniciar y mantener conversaciones, comprensión literal del lenguaje…

También pueden presentar:

  • Dificultades sociales: no comprender las intenciones de los demás, el lenguaje metafórico, los juegos y normas, los estados emocionales…
  • Dificultades de lectoescritura: recordar el alfabeto, errores de lectura y escritura (inversión, omisión, sustitución, unión, fragmentación…), lectura lenta, rechazo a tareas escolares que impliquen lectura y escritura, calidad del grafismo…
  • Dificultades en el ámbito lógico-matemático: interpretación de símbolos, resolución de problemas, conceptos espaciales…
  • Dificultades en aspectos como memoria, atención y concentración, percepción, orientación y secuenciación: comprender horario, usar la agenda, baja memoria, dificultades con el ritmo, baja atención en tareas de lectura o con gran carga verbal…
  • Otras dificultades derivadas de su baja autoestima, frustración…: problemas emocionales (ansiedad, trastornos del sueño…), problemas de conducta…

 

COMORBILIDAD DEL TDL

Un TDL puede presentarse de forma concurrente, por ejemplo:

  • TDAH.
  • Problemas motores.
  • Dislexia.
  • Trastornos del habla.
  • Alteraciones en las funciones ejecutivas.
  • Trastornos de la conducta o emocionales.
  • Trastornos emocionales.

 

RESPUESTA EDUCATIVA ACTUAL

A día de hoy, y según la LOMLOE (2020), los trastornos del desarrollo del lenguaje se consideran una Necesidad Específica de Apoyo Educativo (NEAE).

En este sentido, el alumnado contará con el apoyo de diversos especialistas, principalmente de Audición y Lenguaje, pero desde el aula los docentes siempre deben tener en cuenta la diversidad existente. Por ello, en este caso, planteamos propuestas sencillas y aplicables en el día a día, como:

  • Actividades de estimulación del lenguaje oral, en grupo, para todos, son momentos divertidos y beneficiosos para todos.
  • Usar apoyos visuales para clarificar el lenguaje oral.
  • Comprobar y asegurar la comprensión.
  • Reforzar positivamente su esfuerzo y avances, y transmitirle seguridad y confianza.
  • Fomentar el juego social, las actividades cooperativas, los momentos en pequeño grupo.
  • Hablar despacio, con oraciones claras y sencillas.
  • Evitar las correcciones directas en gran grupo (mejor las indirectas).
  • Favorecer el aprendizaje significativo y vivencial.

 

Además, desde EL HOGAR también pueden llevarse a cabo ACTUACIONES Y ESTRATEGIAS PARA ESTIMULAR EL LENGUAJE:

  • Adaptar nuestro lenguaje al del niño o niña: hablar despacio, pronunciar claramente, utilizar un lenguaje melódico, repetición natural de aspectos concretos (para favorecer el aprendizaje), utilizar estructuras adaptadas al nivel de producción y comprensión…
  • Potenciar y favorecer intercambios comunicativos: mostrar paciencia ante los intentos comunicativos y una actitud positiva, interactuando con la mirada, la sonrisa…
  • Destinar un tiempo concreto al día para jugar y/o hablar directa y exclusivamente con el niño o la niña. Los momentos lúdicos brinda una gran oportunidad de ofrecer modelos de lenguaje y de expandir o reforzar actos comunicativos. Se trata de respetar y compartir sus intereses, favoreciendo así su motivación por comunicarse.
  • Favorecer la autocorrección: devolver la emisión corregida de forma natural (indirecta), peticiones de aclaración del mensaje.

Y por supuesto, mantener una estrecha relación de colaboración con todos los implicados en el proceso educativo para favorecer siempre el desarrollo integral de los niños y niñas.