Un estudio revela que el…

Más del 60% de personas que han ganado la batalla al cáncer sufren apatí­a y cansancio excesivo que les impide volver a la normalidad a corto y a medio plazo, según la doctora Pilar Garcí­a Alfonso, jefa de Sección de Oncologí­a del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y portavoz de la Sociedad Española de Oncologí­a Médica (SEOM).

Precisamente, la doctora Garcí­a y Ví­ctor Rodrí­guez, director general del Grupo de Pacientes Españoles con Cáncer (GPAC), explicaron que el cáncer no se supera siempre cuando termina el tratamiento médico. “Los amigos que esperabas que iban a estar no estuvieron, otros que no te esperabas te han ayudado, hay cosas que cambian”, afirmó Ví­ctor Rodrí­guez, que superó la enfermedad.

Asimismo, Rodrí­guez afirma que “la noticia de que tienes cáncer es muy dura y parte tu vida totalmente en dos”. En su caso, estuvo luchando durante más de dos años contra un linfoma que le destruyó por completo una vértebra. “Se trata de un cáncer hematológico, parecido a la leucemia, pero no es exactamente lo mismo”, relata Ví­ctor Rodrí­guez, quien tras acabar el tratamiento se vio en una situación económica y social muy compleja, “porque era autónomo y estuve dos años sin ganar dinero”. Pero no es necesario ser autónomo para tener dificultades laborales cuando se supera un tumor. Según Pilar Garcí­a, “la palabra cáncer tiene muchas connotaciones negativas y mucha gente piensa que no conviene contratar a una persona que ha superado un tumor porque las secuelas le harán no ser tan productivo como antes, o porque puede volver a enfermar”.

Por último, doctora y expaciente coincidieron en asegurar que en algunos casos, además, se generan dificultades familiares porque pueden quedar secuelas de tipo sexual, discapacidad de diversa í­ndole o disminución e incluso desaparición por completo de la fertilidad por culpa de los agresivos tratamientos.