Un estudio revela que 23…

En la imagen, el calzado de una persona sin hogar.Al menos un 23% de las personas sin hogar tiene alguna discapacidad, una tasa cinco veces superior a la de las personas sin discapacidad que también no tienen hogar, según revela un reciente estudio de la Fundación RAIS. Esta investigación también ha evidenciado que los sin techo con discapacidad son “mucho más vulnerables” que los que no tienen discapacidad.

La discapacidad “es uno de los factores para terminar en la calle y agrava la situación de las personas sin hogar”, ha destacado Óscar López, vicepresidente de la Fundación RAIS. Se produce un verdadero cí­rculo vicioso, lo que demuestra el hecho de que el tiempo medio en la calle de personas con discapacidad es de 6 años y medio, mientras son tres años para los otros sin hogar. La vida en la calle es aún más dura para ellos. Un 72,5% es objeto de agresiones fí­sicas, frente al 43,8% de los no discapacitados. También los insultan más: a un 77,5% frente al 55,3%. Un 73,8% ha sufrido robos, frente a un 56,3% entre los otros. Son ví­ctimas de más agresiones sexuales y timos, tienen más enfermedades y problemas de salud crónicos – un 86% frente al 40%- y más accidentes.
Buscan menos empleo

“El 85% de las personas sin hogar no tiene empleo. Las personas que tienen discapacidad buscan menos empleo”, ha destacado Miguel Pérez-Lozao, director del departamento de Proyectos, Calidad y Desarrollo Tecnológico de la Fundación RAIS. En concreto, sólo un 30%, mientras es un 62% de las personas sin esta condición que busca trabajo. Además, muchas veces la discapacidad se genera por la propia exclusión social. “Hay motivos relacionados con la vida en la calle, con cuestiones como malos tratos, como consumo de alcohol y drogas, como la dureza que la propia situación de calle trae”, ha destacado Pérez-Lozao.

Por último, a esto se suma que “las redes de atención a las personas sin hogar no están adaptadas. Sí­ están adaptadas en cuanto a las barreras arquitectónicas en la mayorí­a de los casos. Pero no están adaptadas en la mentalidad, en la mirada, en los recursos de los profesionales”, ha denunciado el experto. A esto se suma que los centros de atención a personas con discapacidad no atienden a las personas sin hogar.