Un espectáculo teatral muestra la…

Nada más aterrizar en Hong Kong, Liao Zhi decidió acercarse al teatro, dónde se escenificará su singular biografí­a. Enfundada en un elegante vestido negro, esta menuda y grácil bailarina china camina curiosa entre bambalinas admirando los decorados de la que ha sido su vida.

Mientras comenta algunos detalles con el director, reconoce que le va a resultar extraño verse caracterizada en el escenario pero que esta experiencia le ayudará a sentirse «aún más viva». Sus palabras cobran mayor relevancia al conocerse que Liao, a la que muchos apodan Jolly, pasó 26 horas atrapada bajo los escombros de su casa tras el terremoto que asoló Sichuan (China) en 2008. Aunque ella se salvó, la entonces maestra de danza perdió allí­ a su bebé de 10 meses, a su suegra y sus dos piernas. Por si fuera poco, su marido la abandonó meses después, incapaz de digerir la tragedia. Sin embargo, pese a su débil apariencia, Liao no se dejó llevar por el desánimo y, a las pocas semanas, ya volví­a a bailar sobre un escenario. Desde entonces, ha consagrado su existencia a la danza, una pasión que compagina con clases a niños con problemas, conferencias, eventos para recaudar fondos con distintos fines sociales e incluso asistiendo a los heridos de otras catástrofes naturales, lo que a sus 30 años la ha convertido en todo un ejemplo de superación y es célebre en toda China.