Reclaman al Gobierno normas comunes…

El Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (Cercp) y la asociación Segunda Oportunidad pidieron este lunes al Gobierno que las comunidades autónomas lleguen a un acuerdo para establecer normas comunes en la implantación y el uso de los desfibriladores porque una intervención rápida con técnicas de resucitación permitirí­a que tres de cada cuatro pacientes sobreviviera al paro cardí­aco repentino.
Precisamente, cada año se producen en España más de 24.000 paradas cardiacas repentinas y sólo uno de cada 20 afectados sobrevive a la misma cuando tiene lugar fuera del hospital, según indicó en rueda de prensa el representante del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar, Ignacio Fernández.

El doctor estimó que si existiese un conocimiento de la gravedad del problema por parte de los ciudadanos, así­ como una intervención rápida, con técnicas de desfibrilación, se mejorarí­an estas tasas de supervivencia, llegando hasta el 75%, es decir, “tres de cada cuatro pacientes podrí­a sobrevivir a un paro cardiaco”, puntualizó. Basándose en estos datos, el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (Cercp) y la asociación Segunda Oportunidad, con el apoyo de Philips, puso en marcha la campaña ‘Date una segunda oportunidad’ con el objetivo de fomentar el conocimiento para saber actuar ante un paro cardí­aco, lograr que el público pierda el miedo a hacerlo y promover que estas prácticas estén amparadas por la ley, la ‘Ley del Buen Samaritano’, nombre que recibe la ley en algunos paí­ses como Estados Unidos, donde la normativa exime de cualquier problema legal a un ciudadano que voluntariamente realiza una reanimación.

En este sentido, el presidente de la asociación Segunda Oportunidad, Antonio Alba criticó que esta ley no está vigente en España y denunció que cada comunidad autónoma aplica una normativa al respecto, más o menos permisiva con respecto a que cualquier ciudadano pueda realizar una reanimación. Alba ejemplificó esto diciendo que “hoy se están produciendo algunas situaciones absolutamente absurdas, como que en un autobús de lí­nea que pasa por dos comunidades autónomas pueda utilizarse el sistema de desfibrilación o no en función de que comunidad estén”. Por ello, sendas entidades demandaron al Gobierno que las comunidades autónomas lleguen a un acuerdo para establecer normas comunes en la implantación y uso de desfibriladores porque, según alertaron, cada minuto que pasa tras una parada cardí­aca se pierde el 10% de posibilidades de sobrevivir.

Por último, el doctor Ignacio Fernández dijo que es necesario armonizar las actuaciones en resucitación pulmonar y puso como ejemplo el proyecto Ohscar, que pretende realizar, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, un registro único nacional de paradas cardiacas para conocer las causas que lo provocan, dónde ocurre, la distribución por población y las tasas de supervivencia de la misma.