Es común asociar la mesoterapia a los tratamientos de belleza y estética, en cambio tiene bastantes más usos que aportan a nuestro cuerpo grandes beneficios.

La mesoterapia está indicada para el cuidado de muchas patologí­as, entre ellas las artrosis y la artritis. Cada vez es más evidente la preocupación de la sociedad por llevar un estilo de vida saludable e intentar cuidar nuestra salud de una manera natural. Por ello es un acierto la utilización de la mesoterapia con homeopatí­a biorreguladora para realizar una acción moduladora tanto en el dolor agudo como crónico de nuestro organismo.

Sus objetivos generales son: estimular al sistema inmunitario para una curación biológica más rápida, estimular la circulación, regenerar tejidos dañados, modular la inflamación, generar un estí­mulo metabólico y endocrino. La administración de la mesoterapia con productos homeopáticos con propiedades curativas en mí­nimas dosis tiene un gran efecto terapéutico.

Se realiza a nivel de la dermis, una zona especial de la piel dónde las sustancias terapéuticas se comportan de distinto modo al resto de los tejidos, ya que contiene células inmunes, madre y estructurales, circulación linfática, venosa y arterial así­ como sensores de temperatura y presión. Lo que pretendemos, explicado de un modo simple, es que el cuerpo reaccione frente a ese dolor que tenemos y ponga en marcha su sistema inmunitario para combatirlo.

Por eso es eficaz tanto en dolores recientes cómo en los que llevamos tiempo sufriendo. En conclusión podemos definir la mesoterapia terapéutica como una nueva herramienta muy válida con la que el fisioterapeuta puede trabajar junto con otras terapias para acelerar el proceso de recuperación de sus pacientes.