Luz verde al plan estratégico…

El plan procura abandonar la visión asistencial sobre las personas con discapacidad para poner el foco en sus decisiones personales.

La Junta de Castilla y León ha aprobado el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad 2016-2020, que perseguirá la atención integral de 169.000 personas de la región gracias a las actuaciones transversales y coordinadas de todas las consejerí­as de cara a mejorar el proyecto de vida, los itinerarios vitales, la apuesta por el empleo e incrementar la importancia del asistente personal.

El plan, dotado con 752 millones de euros, incluye 195 medidas repartido en once ejes estratégicos. La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia Garcí­a, calificó el plan como “pionero” al suponer una nueva forma de atender el modelo de atención a las personas con discapacidad, al pasar de un sistema asistencial a otro basado en derechos.

Destaca la atención centrada en la persona desde una perspectiva integral, continua y permanente durante toda la vida, sin olvidar su entorno familiar, social y comunitario. Recordó que este “nuevo hito” era uno de los principales compromisos de legislatura en esta materia anunciado por el presidente Herrera en su programa de Gobierno que, además, ha contado con la colaboración de las entidades del tercer sector.

Se estructura en dos grandes categorí­as. Por un lado, la que se ocupa de la persona con discapacidad y la que se centra en su entorno social y desarrolla 195 medidas organizadas en once ejes estratégicos. Alicia Garcí­a explicó que el plan cuenta con cuatro herramientas fundamentales: el proyecto de vida integrado, los itinerarios vitales, la apuesta por el empleo y el asistente personal.

En cuanto a la primera de ellas, el ”˜proyecto de vida integrado”™ tiene en cuenta el contexto, las necesidades y preferencias personales de las personas con discapacidad a lo largo de su ciclo vital y posibilitará que la persona tome sus propias decisiones, con los apoyos oportunos orientados a la calidad de vida y a la participación comunitaria.

El segundo punto es el ”˜itinerario vital”™, como instrumento “flexible” que garantiza la continuidad de la atención. En él, se establecen itinerarios para la educación inclusiva, para la formación y el empleo, para la autonomí­a en el hogar y para la participación comunitaria.

Y, como novedad, itinerario para el envejecimiento activo, que por vez primera aborda una planificación regional el envejecimiento de las personas con discapacidad.

Además, recordó que la apuesta por el empleo es el elemento fundamental que sustenta el modelo de atención para promover la vida independiente y la integración social de las personas con discapacidad.