Los cientí­ficos hallan un nuevo…

En la imagen, un niño, en una consulta de pediatrí­a.Investigadores del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús en Madrid acaban de descubrir un nuevo uso para la proteí­na del receptor en productos de glicosilación avanzados (AGEs), una molécula ya descrita como marcador en enfermedades crónicas, que ahora ha demostrado ser muy útil para anticiparse a las complicaciones por bronquiolitis en el niño, permitiendo el pronóstico de la gravedad clí­nica y, en consecuencia, facilitando la atención temprana.

“Esta proteí­na que se encuentra en sangre lo que hace es frenar inflamación, su modificación en los procesos infecciosos hablarí­a de la capacidad que tiene el paciente de poner en marcha sus defensa y su freno”, explica el doctor Alberto Garcí­a Salido, quien coordina esta investigación junto al también pediatra Gonzalo Oñoro.

Precisamente, se trata de una investigación novedosa, tanto por el área que trata como por la tecnologí­a que usa, ya que trabaja con la citometria de flujo para diagnosticar infecciones y su posible etimologí­a; que a través del marcador los investigadores son capaces de anticiparse a las complicaciones del paciente porque define la gravedad de la bronquiolitis. Concretamente, estudia mediadores en procesos inflamatorios de las infecciones graves. Esta proteí­na no solo se busca en sangre, “intentamos marcar las células sanguí­neas para ver cuáles tienen está proteí­na en su superficie porque lo que queremos ver es si las células tienen balas con las que disparar el freno de la inflamaciones”.

Por otro lado, la bronquiolitis es la enfermedad respiratoria más frecuente y grave de los niños pequeños, causante de un gran número de las hospitalizaciones en las UCI periatricas puede causar en una neumoní­a si no se atiende correctamente. “La bronquiolitis desarrolla ingresos con alta prevalencia. En niños es muy frecuente y se desencadena por una infección ví­rica que además es epidemia en niños menores de 24 meses, sobre todo de diciembre a finales de febrero”, advierte recordando que en este periodo el centro hospitalario atiende innumerables ingresos por esta infección.

Asimismo, el problema, añade, “es que cuanto más pequeños son más problemas tienen en la evolución de la enfermedad y muchos de ellos acaban en cuidados intensivos”. Teniendo en cuenta, por tanto, que la bronquiolitis supone quizá el 70 por ciento de los ingresos en niños en cuidados intensivos en esa época del año, se hace necesaria una estrategia de abordaje. “Con esta investigación hemos aprendido mucho no solo de estos marcadores”, aunque el descubrimiento inmediato es que se han demostrado que los valores de la proteí­na se relacionan con el número de dí­as del ingreso y, sobre todo, con la asistencia respiratoria que necesitan.

Por último, a largo plazo, el trabajo puede suponer el uso de la proteí­na sintética como tratamiento; de hecho ya se está usando en otras patologí­as como la retinopatí­a de pacientes diabéticos, asimismo se ha testado ya en un modelo animal, concretamente en ratones, a los que se les ha inyectado la proteí­na tras provocarles una broquiolitis, con muy buenos resultados inicial.