La presión arterial elevada es…

En la imagen, un facultativo toma la presión arterial a un menor.El riesgo de tener presión arterial elevada entre los niños y adolescentes ha aumentado un 27% durante un periodo de 13 años, según un nuevo estudio publicado en la revista ‘Hypertension: Journal of the American Heart Association’.

Las masas corporales elevadas, cinturas grandes y comidas con exceso de sodio pueden ser las razones de los resultados elevados de la presión arterial, según reiteraron los investigadores. La presión arterial alta es un factor de riesgo para el accidente cerebrovascular, la enfermedad cardiaca y la insuficiencia renal. “La presión arterial alta es peligrosa, en parte debido a que muchas personas no saben que la tienen. La presión arterial se debe medir con regularidad”, ha señalado Bernard Rosner, autor principal del estudio y profesor de Medicina de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts (Estados Unidos).

En los adultos de 20 años o más, la presión arterial normal debe ser de menos de 120/80 mm Hg, pero en el caso de niños y adolescentes, las normas de presión arterial varí­an según la edad, el sexo y la altura. Si bien los investigadores observaron lecturas “elevadas”, los niños no podí­an ser llamados hipertensos debido a que las lecturas de presión arterial deben ser altas tres veces para un diagnóstico oficial.

Por su parte, los investigadores compararon a más de 3.200 niños del análisis ‘National Health and Nutrition Examination Survey III’ (NHANES) en 1988-1994 con más de 8.300 en el NHANES de 1999-2008, con representación de las diferencias entre los dos grupos en edad, sexo, raza/etnia, masa corporal, cintura e ingesta de sodio. Los investigadores hallaron que los varones fueron más propensos a tener presión arterial elevada, pero la tasa de aumento más notable fue en las niñas del primer estudio en relación con el segundo.

En el segundo estudio habí­a más niños con sobrepeso y, de ambos sexos, pero especialmente niñas, con cinturas más grandes. Los niños cuya masa o mediciones de la cintura estaban en un 25 por ciento más alto que su grupo de edad eran dos veces más propensos a tener presión arterial elevada.

Por último, en ambos estudios, los niños con mayor consumo de sodio eran un 36 por ciento más propensos que aquellos con ingesta más baja de tener presión arterial elevada. Más del 80 por ciento de los niños de ambos análisis tení­an una ingesta diaria de sodio por encima de 2.300 miligramos, sin embargo, un menor número de niños en el segundo estudio tení­an una ingesta superior a 3.450 miligramos.