La grasa en los órganos…

El exceso de grasa alrededor del vientre ha sido recientemente identificado como un factor de riesgo para la pérdida ósea, pero ahora un nuevo estudio ha determinado que el exceso de grasa del hí­gado y el músculo también puede ser perjudicial para los huesos.

Este estudio, que ha sido publicado en la edición ‘on line’ de la revista ‘Radiology’, revela que las personas obesas con niveles altos de grasa en el hí­gado, los músculos y la sangre también tienen cantidades más altas de grasa en la médula ósea, lo que los pone en riesgo de osteoporosis. “Hubo un tiempo en el que se pensó que la obesidad era de protección contra la pérdida ósea”, dijo la autora principal del estudio, Miriam A. Bredella, radióloga del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, y profesora asociada de Radiologí­a de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos. “Hemos descubierto que esto no es cierto”, sentencia.

Asimismo, mientras que otros estudios han examinado la relación entre la grasa visceral y la densidad mineral ósea, esta investigación se centró en grasa dentro de la médula ósea, el tejido esponjoso dentro de los huesos del cuerpo que produce las células madre. “En nuestro ensayo, nos centramos en la grasa de la médula ósea, ya que es donde las células madre pueden desarrollarse en osteoblasto, las células responsables de la formación de hueso, o las células de grasa”, destacó Bredella. “También querí­amos ver la relación entre la grasa de la médula ósea y otros componentes grasos, como los del hí­gado y el músculo”, añadió.

Precisamente, Bredella y su equipo utilizaron la espectroscopia de protones por resonancia magnética (MRS, en sus siglas en inglés), una técnica que permite la medición precisa de la grasa, para examinar a 106 hombres y mujeres de 19 a 45 años, que eran obesos en base a mediciones de í­ndice de masa corporal (IMC), pero por lo demás sanos. El colesterol HDL, el tipo de colesterol “bueno” que se asocia con un menor riesgo de enfermedades del corazón, se asoció inversamente con el contenido de grasa de la médula ósea. Los niveles más altos de grasa de la médula ósea ponen a las personas en mayor riesgo de fractura, según Bredella, ya que la grasa de la médula ósea hace los huesos más débiles.