La fragilidad fí­sica afecta a…

La fragilidad fí­sica es “un estado de prediscapacidad que afecta al 10% de las personas mayores de 75 años”, según ha afirmado el médico geriatra Vincenzo Malafarina, de la Clí­nica los Manzanos de Logroño, en el 57 Congreso de la Sociedad Española de Geriatrí­a y Gerontologí­a y el XIV Congreso de la Asociación Vasca de Geriatrí­a y Gerontologí­a-Zahartzaroa que se celebra en San Sebastián.

Malafarina ha explicado que la fragilidad es una condición de vulnerabilidad que hace que en un sujeto “aumente el riesgo de eventos adversos cuando se encuentra expuesto a situaciones de estrés” y ha añadido que se trata de “un sí­ndrome geriátrico prevenible y reversible”. “La fragilidad es un problema de salud relevante que afecta aproximadamente al 10 por ciento de los mayores de 65 años”, ha destacado. Además, el experto ha explicado que “hay bastante consenso a la hora de considerar la fragilidad como un sí­ndrome geriátrico, diferente de la discapacidad, reversible o por lo menos sus efectos pueden ser atenuados con una intervención”.

 

“Por lo tanto resulta fundamental una detección precoz”, ha añadido. Además, ha apuntado que “las principales intervenciones que han demostrado su eficacia para prevenir e incluso revertir el estado de fragilidad son el ejercicio fí­sico, una nutrición ajustada a las necesidades especí­ficas de los mayores, la valoración geriátrica y la intervención sobre los principales sí­ndromes geriátricos con un ajuste de la medicación a las caracterí­sticas de esta población”.

El geriatra ha indicado que existe “una amplia evidencia sobre la concurrencia del deterioro cognitivo y la fragilidad” pero se conoce “poco” sobre “los mecanismos subyacentes que justificarí­an dicha interrelación”.

Conocer los diferentes procesos causales podrí­a conducir al desarrollo de nuevas estrategias preventivas y tratamiento de ambas condiciones, sin que exista, todaví­a, una evidencia experimental”.

Por todo ello, ha indicado que “la fragilidad podrí­a ser considerada como un estado de prediscapacidad y, por lo tanto, si consiguiésemos diagnosticarla precozmente y tratarla de forma eficaz conseguirí­amos menores costes en sanidad y mejor calidad de vida de las personas ancianas”. Finalmente, ha abogado porque “todos los mayores de 70 años sean valorados para descartar la fragilidad”.