Investigan una nueva estrategia para…

Investigadores del Instituto del Cáncer Dana-Farber, en Boston, Estados Unidos, han ideado una tecnologí­a quí­mica que no sólo desactiva las malévolas proteí­nas en las células tumorales, como hacen los compuestos actuales, sino que las destruyen.

Como se describe en un estudio publicado en la edición digital de este jueves de ‘Science’, la estrategia utiliza una maquinaria de corte de las proteí­nas de las células tumorales para descomponer y eliminar las proteí­nas que impulsan el crecimiento del cáncer.

 

Cuando se probó en muestras de laboratorio de células de leucemia y en animales con leucemia similar a la humana, el enfoque provocó que las células de cáncer murieran mucho más rápidamente que con las terapias dirigidas convencionales.

Los investigadores diseñaron la estrategia como una forma de desarrollar inhibidores de proteí­nas que no son dianas farmacológicas (“undruggable”) y superar la resistencia a los medicamentos, un defecto común de las terapias dirigidas. La resistencia surge cuando los tumores que originalmente respondieron a una terapia en particular se las arreglan para eludir los efectos del fármaco y reanudar su crecimiento.

“Una de las razones de la resistencia que ocurre es que las proteí­nas relacionadas con el cáncer a menudo tienen múltiples funciones dentro de la célula y las terapias dirigidas convencionales inhiben sólo una o unas pocas de esas funciones”, explica el autor del artí­culo, James Bradner oncólogo y quí­mico de Dana-Farber. “Los fármacos convencionales permiten a la proteí­na especí­fica adaptarse al medicamento y la célula encuentra rutas alternativas para sus señales de crecimiento”, añade. “Comenzamos a diseñar enfoques que hacen que la proteí­na diana se desintegre, en lugar de simplemente inhibirla -continúa. Serí­a muy poderoso si pudiéramos convertir quí­micamente un fármaco inhibidor en un medicamento degradador”.