El Hospital Niño Jesús desarrolla…

La Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Infantil Niño Jesús, de la Comunidad de Madrid, ha diseñado una aplicación informática que permite medir el dolor en pacientes pediátricos con el fin de facilitar su alivio.

Se trata de una iniciativa pensada para salvar las dificultades encontradas por los profesionales para valorar el dolor y determinar el tratamiento más adecuado en aquellos niños de corta edad que aún no han aprendido a hablar o tienen dificultades para expresarse Con el uso de esta aplicación informática se pretende agilizar el proceso de valoración del dolor agudo en pacientes postoperatorios de una forma sencilla, utilizando para ello dispositivos electrónicos como tabletas. Además, con el juego también se consigue amenizar su estancia en el hospital, haciéndola más agradable. En la edad temprana el sistema nervioso aún se está formando y padecer un dolor intenso puede llevar a estos niños, en el futuro, a ser más sensibles al dolor, algo que se conoce como hiperalgesia. Hasta ahora, el llanto o las escalas de valoración validadas en papel han sido las únicas herramientas que medí­an el dolor en niños ‘preverbales’ de forma rápida, pero el Hospital Infantil Niño Jesús, bajo la responsabilidad del doctor Ernesto Martí­nez Garcí­a, responsable del Servicio de Anestesia y Reanimación, ha comenzado a utilizar la aplicación llamada ‘PainAPPle’, que permite el seguimiento continuo de la valoración y tratamiento del dolor agudo. Mediante el uso de las nuevas tecnologí­as, se proporciona una potente herramienta a los profesionales implicados en la valoración y tratamiento del dolor pediátrico que les facilita su trabajo diario, creando una estructura inicial que genere una completa base de datos de cada paciente. Esta herramienta resulta especialmente útil tras las cirugí­as de traumatologí­a, sobre todo en aquellas que provocan un dolor postoperatorio más agudo, como las ortopédicas o las grandes cirugí­as óseas El niño interactúa a través de juegos que permiten al profesional tratar el dolor en forma de alertas, quedando registrado en unas tablas y gráficos. Así­, utilizando juegos, el niño, sus padres o la enfermera que le atiende (en función de las posibilidades de colaboración) valora su dolor como leve, moderado o severo; y si es en reposo o movimiento. A continuación, estas valoraciones son traducidas a las escalas, validadas en función de la edad. También lo son los posibles efectos indeseables del tratamiento (nauseas y vómitos, sedación, depresión respiratoria, retención urinaria, bloqueo motor y prurito), efectos que tienen sus correspondientes escalas de valoración.