El carcinoma 'basocelular' es el…

Los expertos han advertido recientemente de que el cáncer de piel más frecuente no es ya el melanoma, sino el carcinoma basocelular. La mayorí­a de casos se logran curar con cirugí­a o radioterapia.

La incidencia de estos tumores es hasta diez veces mayor que la del melanoma, ya que estos sólo representan el 8% de todos los tumores de piel que se detectan en España, mientras que el carcinoma basocelular ”“también llamado basalioma o carcinoma de células basales”“ representa más del 80%, y se estima que cada año se detectan unos 1,5 millones de casos.

El jefe del Servicio de Dermatologí­a del Instituto Valenciano de Oncologí­a (IVO), Onofre Sanmartí­n, asegura que el carcinoma basocelular, al ser de crecimiento lento, puede pasar “inadvertido” entre tres y cuatro años en muchos pacientes. Este experto reconoce que, pese a ser especialmente frecuentes a partir de los 55 años, cada vez se están viendo más pacientes por debajo de los 50 años, ya que su aparición está directamente relacionada con la exposición solar.

Es un tumor de crecimiento lento, que hace que el paciente no tenga conciencia del problemaPero pese a esta elevada incidencia, la mayorí­a de casos se logran curar “de forma definitiva” con métodos sencillos, generalmente cirugí­a, aunque en algunos casos puede ser necesario usar radioterapia. La clave, según explica Sanmartí­n, es el momento del diagnóstico. “Es un tumor de crecimiento lento, que hace que el paciente no tenga conciencia de que esa pequeña herida que les ha salido y no se cura es un tumor maligno. Y a veces tardan varios años en acudir al médico”, explica Sanmartí­n. Su forma más caracterí­stica es un nódulo de color perla o rosado, que suele tener pequeños capilares en superficie, “como pequeñas varices”, lo que favorece que el paciente se preocupe “mucho menos” por ellos y “cuando acude el médico ya requieren una extirpación más grande que deja más cicatriz”. Para los casos más avanzados, que son difí­cilmente abordables con cirugí­a y que afectan localmente a algunos órganos sensoriales como el oí­do, la nariz o los ojos, la Agencia Europea del Medicamento autorizó hace un año el uso de un nuevo medicamento que ha demostrado reducir de forma significativa el tamaño de estas lesiones, que pueden ser desfigurativas y potencialmente mortales.