La mansión mallorquina desde la que el capo ruso Gennadios Petrov diseñaba sus operaciones millonarias podrí­a dedicarse en breve a acoger a personas con discapacidad. Habitaciones desde luego no faltan en sus más de 500 metros cuadrados y espacio de recreo tampoco, en el imponente patio trasero al borde de un acantilado. Ese es el uso temporal que la Fiscalí­a quiere dar a una casa, cuyo barroquismo y dudoso gusto no empañan su majestuosidad. Tiene gimnasio, jacuzzi, baño turco y hasta calefacción en la caseta del perro.

La Fiscalí­a contra la Corrupción y el Crimen Organizado ha pedido a la Audiencia Nacional que se intervenga al jefe de la organización criminal Tambovskaya su mansión y que ésta sea entregada a una fundación de discapacitados intelectuales. La vivienda, valorada en casi 3,5 millones de euros, se encuentra embargada desde 2008 (operación Troika contra la mafia rusa) aunque Petrov y su mujer vivieron en ella hasta el pasado mayo. En esa fecha la familia solicitó autorización para viajar a Rusia de donde ya no ha regresado, por lo que a mediados del pasado mes la Audiencia Nacional dictó orden de busca y captura. Petrov tiene la obligación de comparecer todos los dí­as ante la Guardia Civil desde que salió de prisión, tras pagar 600.000 euros de fianza.

La Fiscalí­a considera que, puesto que los dueños son prófugos y han abandonado la mansión, situada en una exclusiva urbanización de Calvií , ésta puede ser decomisada. Señala, asimismo, en el escrito presentado esta semana en el Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional, que el embargo «no garantiza la conservación del inmueble, por lo que no evita su deterioro, la devaluación de su precio y, en consecuencia, la pérdida de eficacia de las medidas cautelares».

La medida solicitada pasa por que se adjudique el uso y conservación a la entidad «amadip.esment», una fundación sin ánimo de lucro dedicada a atender, rehabilitar, educar y formar, así­ como proporcionar alojamiento a personas con discapacidad intelectual. La Fiscalí­a detalla las funciones a las que se destinará la mansión, cuya entrada flanquean dos leones de piedra: conservación, acogida temporal y actividades de ocio. La intervención de la casa no tiene carácter definitivo.

Petrov y su mujer están imputados en la causa desde 2008 por integración en organización criminal. La actividad mafiosa del capo comenzó en Rusia y siguió en España. El escrito relata la existencia de blanqueo de capitales y da cuenta de cómo la sociedad a la que pertenece la mansión cuenta con un capital que supera los 2,5 millones, si bien las sociedades patrimoniales del capo ruso acumulan un valor de 24.600.000 euros, tanto en efectivo como en bienes muebles e inmuebles. Sus posiciones bancarias alcanzan los 12.300.000 euros y carecen de justificación mercantil.

«Debe recordarse -recoge el escrito- que desde su llegada a España en 1998 Petrov, acompañado de varios familiares y otros súbditos rusos, se ha dedicado a la creación de sociedades en nuestro paí­s, utilizando capital procedente del movimiento de divisas de diferentes paí­ses». Cita a Rusia, pero sobre todo paraí­sos fiscales y paí­ses cuya legislación facilita el secreto bancario o son opacos.

Resalta que se trata de sociedades patrimoniales, sin actividad comercial, e instrumentales, también sin actividad comercial que se utilizan para aportar y transferir capital a otras sociedades de la organización con el fin de ocultar a sus verdaderos beneficiarios. Entre 1998 y 2004, la sociedad dueña de la mansión del capo, es decir, “su” empresa, registró entradas y salidas de divisas de paraí­sos fiscales por valor de nueve millones de euros.