Denuncian que Empleo obliga a trabajar a una paciente andaluza con cáncer y con discapacidad reconocida
El Instituto Nacional de la Seguridad Social obliga a una mujer enferma de cáncer de mama a trabajar a pesar de tener una dispacidad reconocida del 41 por ciento.
La afectada -que fue cajera en un hipermercado- acaba de perder el juicio contra el organismo público que la considera “apta” para seguir desarrollando cualquier tipo de trabajo. Los informes médicos de la Junta de Andalucía desaconsejan que haga esfuerzos con los brazos por su cáncer de mama. Tres veces en semana acude a consulta para seguir el tratamiento. A R., que tiene 35 años, no le renovaron el contrato tras comunicar en su empresa que padecía cáncer.
Estuvo varios meses cobrando la baja laboral por la mutua pero al acabar la ayuda la Seguridad Social consideró (en base al informe del tribunal médico) que no se debía declarar la “incapacidad permanente” por las secuelas que le había dejado la enfermedad. R. cuenta con los informes médicos, incluso avalados con un escrito por la Asociación Española Contra el Cáncer. Casada y con dos hijos pequeños (de 3 y 5 años), la familia apenas tienen ingresos económicos para poder hacer frente a los gastos corrientes y el pago de la hipoteca.
Tras demandar a la Seguridad Social, y esperar un año la celebración del juicio, la magistrada de lo Social número 12 de Málaga -que ha instruído el caso- ha dictaminado a favor del organismo público que la obliga a trabajar. Una vista oral que apenas duró cinco minutos “y donde la jueza ni me miró a la cara”, según denuncia la mujer. El caso de R. no es aislado. Son muchos los enfermos de cáncer que, a pesar de los informes médicos que desaconsejan que vuelva al trabajo, deben regresar a su empleo con el riesgo de que las secuelas y el esfuerzo provoquen un empeoramiento de la afectada.