El Ayuntamiento de Huelva, desde la Concejalí­a de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, está llevando a cabo una campaña para combatir los abusos que se comenten con las tarjetas azules de aparcamiento de personas con discapacidad.

Como apunta el concejal responsable del área, Enrique Gaviño, “nuestro objetivo es defender los derechos de los usuarios e impedir que se ocupen de manera fraudulenta plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida”. Como ha señalado el concejal, el sentido de estas tarjetas es favorecer la movilidad y la inclusión de este colectivo “porque garantizar su movilidad en coche es fundamental para que puedan participar en la sociedad, ir a trabajar, a estudiar, hacer deporte o disfrutar del ocio, con las mismas oportunidades que el resto de la ciudadaní­a”. Por ello, -explica Gaviño- “el uso indebido de estas plazas va en detrimento de la calidad de vida de las personas con discapacidad y es nuestro deber atajar el fraude y actuar con firmeza contra los infractores”. Además, con esta campaña, el Ayuntamiento de Huelva da respuesta a las continuas denuncias interpuestas por usuarios de las plazas reservadas para personas con discapacidad que frecuentemente se encuentran sus estacionamientos ocupados, en muchas ocasiones de forma irregular. La campaña se centra en intensificar el control, mediante inspecciones en las zonas reservadas para el estacionamiento de personas con movilidad reducida, para comprobar la autenticidad y buen uso de las tarjetas azules. En caso de fraude, la Policí­a Local denuncia el vehí­culo, con una sanción que puede llegar hasta los 200 euros de multa por estacionar en zonas no autorizadas. Además, a continuación, se traslada el expediente a la Delegación Provincial de Igualdad, Salud y Polí­ticas Sociales de la Junta de Andalucí­a, administración responsable de expedir las tarjetas azules, para que las investigue por un presunto delito de falsificación documental. Hasta el momento, la Policí­a Local ha intervenido 30 tarjetas azules en la capital. Los fraudes más habituales están relacionados con duplicaciones de este certificado de uso personal e intransferible; vehí­culos aparcados en distintas plazas reservadas a discapacitados con la misma tarjeta azul o el uso del distintivo por un familiar del autorizado.