Los expertos alertan del aumento…

El doctor Juan González del Castillo, coordinador del Grupo de Patologí­as Infecciosas de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, ha advertido del incremento de las intoxicaciones alimentarias durante el verano, debido a las altas temperaturas, “al igual que en invierno aumentan las infecciones respiratorias”.

Este especialista ha explicado que las infecciones más comunes durante la época estival son las urinarias, alimentarias y de oí­dos (otitis). En el caso de los problemas derivados de la comida, la razón fundamental es que las altas temperaturas hacen que proliferen en mayor medida microbios, sobre todo si los alimentos no están bien refrigerados.

Para evitar intoxicaciones con los alimentos, este doctor recomienda evitar en todo momento cocinar y dejar después la comida a temperatura ambiente, “porque es mucho más peligroso que el resto del año”. Además, siempre que sea posible, conviene cocinar cuando se vaya a ingerir la comida.

Asimismo, es clave lavarse las manos cuando se vaya a estar en contacto con los alimentos, extremar todas las medidas de higiene y tapar los platos de comida elaborados que se guarden en la nevera, “para evitar que si a uno le salen microbios, se trasladen rápidamente al resto de la comida del frigorí­fico”, apunta el doctor González del Castillo. En cuanto a los alimentos que suelen ocasionar más episodios tóxicos, este especialista señala sobre todo los huevos y todos sus derivados, como por ejemplo la mahonesa, así­ como toda la comida fresca, como las frutas o verduras.

De todas formas, aunque se tomen todas las medidas de precaución posibles, siempre puede producirse algún tipo de infección por culpa de un alimento en mal estado, cuyos sí­ntomas pasan fundamentalmente por malestar general, vómitos y diarrea. Si esto sucede, “lo primero que hay que hacer”, según el doctor González del Castillo, “es tirar la comida en mal estado, porque si la consumen más personas de la casa puede afectarle también a ellos”. Asimismo, conviene beber lí­quido en abundancia, porque el organismo cuando sufre una gastroenteritis pierde muchos minerales, y evitar la ingesta de sólidos durante al menos 24 horas.
“Si la situación es más grave que una simple diarrea con vómitos o si estos sí­ntomas no cesan, es necesario avisar a los servicios de urgencia ante la duda. De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) define urgencia como todo aquello que el paciente vive como tal”, concluye este experto.