Un parche en la piel…

Son muchos los intentos para facilitar el dí­a a dí­a de las personas diabéticas. Bombas de insulina, dispositivos para medir constantemente el nivel de la glucosa, en definitiva, sistemas que intentan imitar la función del páncreas. El control de glucosa en sangre y la inyección de la hormona que disminuye su nivel, insulina, es la constante de estos pacientes y cualquier avance que mejore estas herramientas supondrá una mejora en su calidad de vida. Un dispositivo, de momento en pruebas, podrí­a ser una alternativa indolora para mantener a raya el azúcar en sangre.

De momento, sólo se ha probado en ratones, pero el parche desarrollado por investigadores del Departamento de Ingenierí­a Biomédica de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) promete ser una alternativa a las agujas que cada dí­a penetran la piel de las personas con diabetes tipo 1 o con la tipo 2 que dependen de la insulina para controlar sus niveles de glucosa, según lo constata los datos de un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). En España más de cinco millones de personas padecen diabetes que genera siete de cada 10 amputaciones no traumáticas; que un 16% de las personas ciegas tengan este problema originado por la diabetes y unas 25.000 muertes cada año.

El parche, no más grande que una moneda pequeña, está cubierto de centenares de microagujas que contienen enzimas que detectan la glucoas y vesí­culas con insulina, un sistema que imita a las células beta del páncreas. El funcionamiento se debe a la presencia de dos sustancias: ácido hialurónico -muy utilizado en la industria cosmética- y 2-nitroimidazol, un compuesto orgánico. La fusión de ambas sustancias dio como resultado una molécula que en un extremo es hidrófila y el en otro hidrofóbica, cuya estructura es similar a la de burbujas, 100 veces más pequeñas que la anchura de un cabello humano. En cada una de estas vesí­culas se insertó un núcleo sólido de insulina y enzimas diseñadas para la detección de glucosa.