Un estudio pone en duda…

Un reciente estudio podrí­a desmontar el mito sobre el beneficio del omega-3 en el deterioro cognitivo y la demencia. La conexión entre los omega 3 ”“los ácidos grasos más abundantes en alimentos como el pescado”“ y la función cerebral tuvo su origen en los estudios sobre la relación entre la dieta que seguí­an algunas personas y las pruebas de recuerdo y memoria que realizaron. Los datos obtenidos hasta ahora reforzaban la creencia de que quienes ingerí­an más omega-3 ”“incluso los que lo tomaban como suplemento”“, tendí­an a puntuar más alto en las pruebas cognitivas.

Sin embargo, el último estudio, recogido por TIME y publicado en la revista JAMA revela conclusiones contrarias. Un grupo de investigadores exploraron mediante una prueba a 3.073 personas mayores en riesgo de degeneración macular ”“una enfermedad que causa la pérdida de la visión con la edad”“, la acción de estos ácidos grasos. Para ello, se asignó al azar pastillas omega-3 a un grupo de los participantes, y un placebo a otro, durante un periodo de cinco años. Todos ellos fueron evaluados de sus habilidades cognitivas al inicio, siguiendo su evolución cada dos años. Durante ese tiempo, el precursor del estudio, el Dr. Emily Chew, director adjunto de la división de epidemiologí­a y aplicaciones clí­nicas en el Instituto Nacional del Ojo, aseguró no haber encontrado diferencias significativas en las puntuaciones cognitivas entre los dos grupos.

Es posible que el estudio llegase demasiado tarde ya que la muestra de participantes eran de edad avanzada y los ácidos omega-3 pueden tardar años o décadas en ejercer su efecto, de la misma forma que el deterioro asociado a la demencia se da en un transcurso muy largo de tiempo. Así­ que, más bien, podrí­a decirse que «estos suplementos no son la solución a corto plazo», explica Chew. «Tu eres lo que comes, y tienes que comer bien. Tal vez era demasiado tarde para algunas de las personas que participaron en nuestro estudio»