Piden una mayor atención a…

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) reclamó una mayor atención a las personas refugiadas con discapacidad, incluyendo una perspectiva de género, debido a la mayor vulnerabilidad de las mujeres y niñas, algo que “es de extrema trascendencia”.

Así­ lo manifestó la directora ejecutiva del Cermi, Pilar Villarino, durante la mesa redonda celebrada en Servimedia ‘La atención a las personas refugiadas desde la visión de la discapacidad’, enmarcada en la convocatoria de programas ‘Hablamos de Europa’, financiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC). Durante el debate, la coordinadora de la Fundación Cermi Mujeres, Isabel Caballero, explicó que alrededor de 7,6 millones de personas con discapacidad viven en situación de desplazamiento forzado. “En este contexto, es fácil entender que los casos de violencia de género (agresiones sexuales, matrimonios forzosos, maltrato fí­sico y psicológico, etc.) se multipliquen”. Además, subrayó la necesidad de que se trabaje con mayor intensidad con las organizaciones humanitarias, como por ejemplo, mejorando la formación de quienes atienden a los refugiados, a fin de que sepan cómo actuar ante quienes tienen algún tipo de discapacidad. Caballero alertó de que las mujeres con discapacidad intelectual y psicosocial se encuentran entre las que corren mayor riesgo de ser ví­ctimas de este tipo de violencia. “En muchas ocasiones solamente se descubre que están siendo agredidas sexualmente cuando quedan embarazadas”, puesto que en su opinión “los mismos prejuicios que sufren las mujeres con discapacidad en cualquier sociedad se trasladan a los lugares por los que transitan o viven las personas que se han visto obligadas a salir de sus hogares”. Por su parte, An-Sofie Leenknecht, responsable de Derechos Humanos del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF, por sus siglas en inglés), subrayó que muchas personas refugiadas adquieren una discapacidad durante la ruta, que en muchos casos hacen durante años. “Es imposible estimar el impacto en la salud mental de las personas de la guerra, del miedo y de la incertidumbre que se viene durante la ruta, una ruta llena de peligro”, insistió la representante del EDF. Además, recordó que la Agencia de la ONU para los Refugiados ha advertido de que los servicios, incluidos los programas de asistencia y protección, son inaccesibles para las personas con discapacidad. “Los refugiados con discapacidad son ví­ctimas de la discriminación, la explotación y la violencia y que están excluidos del acceso a la asistencia humanitaria, la educación, la vivienda y la salud”. An-Sofie Leenknecht recordó que existen normativas europeas y de la ONU, como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que obligan a los paí­ses a atender las necesidades que tengan todas las personas, y avanzó que desde el EDF se va a reforzar la incidencia polí­tica en el seno de la UE para que se mejore la atención que se presta a este grupo social.