Los programas de cribado, eficaces…

El cribado del cáncer de mama, esto es, el uso de la mamografí­a, resulta útil para permitir el tratamiento precoz del tumor y, en consecuencia, evitar que el cáncer progrese y se extienda a otros órganos y tejidos.

Es decir, para evitar que alcance su fase invasiva ”“la consabida ”˜fase metastásica”™”“. Así­ sucede, por lo menos, con el cribado del cáncer ductal in situ (CDIS), tipo de cáncer de mama temprano en el que las células tumorales se alojan en los conductos de la leche ”“o ”˜conductos galactóforos”“ sin extenderse a otros tejidos de la mama. La evidencia deriva de los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Queen Mary University de Londres (Reino Unido) y publicado en la revista «The Lancet Oncology». Y como afirma Stephen Duffy, director de la investigación, «la población puede estar completamente segura de que la detección del DCIS en los programas de cribado de la mama es beneficiosa para los pacientes». Controversia resuelta El uso rutinario de mamografí­as puede conllevar a un diagnóstico del DCIS en personas que, aun padeciendo la enfermedad, no tienen ni desarrollarán ningún sí­ntoma asociado a la misma. Además, el tumor no causará la muerte de la persona, que una vez diagnosticada de la enfermedad será tratada como paciente y será sometida a tratamientos que solo servirán para empeorar su estado de salud. Una situación conocida en el argot clí­nico como ”˜sobrediagnóstico”™ y que ha generado muchas dudas sobre la idoneidad del cribado y tratamiento del DCIS. Pero como refiere el profesor Duffy, «siempre ha existido la controversia sobre si el DCIS llega en algún caso a convertirse en un cáncer invasivo. Este es el primer estudio sobre el cribado del DCIS que sugiere que una proporción substancial de casos se convertirán, de no ser tratados, en tumores invasivos. Por tanto, su detección y tratamiento temprano merece la pena».