Los mayores con discapacidad necesitan cuidados específicos para no acelerar el envejecimiento
Ser mayor y tener una discapacidad son dos características que forman parte de 2,2 millones de personas mayores de 64 años. Las personas mayores con discapacidad conforman un grupo activo para mantener sus capacidades intactas.
Según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD-2008), cerca de 270.000 residen en centros para mayores. Entre sus preocupaciones, el “Informe de la I+D+i sobre envejecimiento”, elaborado por la Fundación General CSIC, destaca la discapacidad y la dependencia como factores determinantes en su calidad de vida.
El envejecimiento progresivo de la población es un hecho irreversible y la ayuda a las personas mayores es un recurso tan válido, que prescindir de él sería impensable. Casi todas las personas tendremos, en algún momento de nuestra vida, una discapacidad transitoria o permanente. A menudo consideramos difícil que seamos nosotros los afectados. Pero la discapacidad no entiende de identidades, ni de edad.