Los enfermeros informan a las comunidades de que deberán resolver “el caos asistencial” que generará el decreto de la prescripción
La Mesa de la Profesión Enfermera ha remitido una carta a todos los presidentes autonómicos para advertirles de “la parálisis y caos asistencial” que generará en sus respectivos servicios de salud el llamado decreto de prescripción enfermera, aprobado por el Gobierno central pero aún pendiente de publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En la misiva, los presidentes del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, y del Sindicato de Enfermería (Satse), Víctor Aznar, reiteran a los responsables de los ejecutivos autonómicos que “el Gobierno del PP ha aprobado un texto normativo que no respeta lo acordado con sus respectivos consejeros de Sanidad, en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado mes de marzo”.
En este sentido, los enfermeros indican en un comunicado que después de seis años de negociación y 90 versiones del texto de la norma que regula la indicación, uso y autorización de medicamentos por parte de la enfermería, “el PP ha tomado una decisión de gran calado para el funcionamiento del SNS a espaldas de todas las partes implicadas, entre ellas los gobiernos autonómicos, sin importarle ni lo más mínimo la negativa repercusión que tendrá en la atención sanitaria hacia los pacientes y ciudadanos de todas las comunidades autónomas”.
En concreto, explican que someter el uso, la indicación y la autorización de dispensación de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica al previo diagnóstico y prescripción del médico, como establece el decreto, “conllevará indudablemente más esperas, más consultas y más gestiones para los ciudadanos y pacientes”, lo que, a su vez, “afectará muy directamente al desarrollo normal de la asistencia sanitaria en cada comunidad autónoma”.
Ejemplos de situaciones en las que los enfermeros no podrán ser autónomos, indica el comunicado, están en situaciones como la administración de una vacuna, la atención de un parto por parte de las matronas de forma autónoma o el uso de cremas (algunas de ellas consideradas medicamentos sujetos a prescripción médica) para curar heridas, quemaduras o úlceras por presión en una visita domiciliaria.
