Expertos piden más financiación para…

En la imagen, instrumental de un laboratorio de I+D

El vicepresidente adjunto de Transferencia de Conocimiento del Consejo Superior de Investigaciones cientí­ficas (CSIC), íngel Caballero, reivindicó este jueves una mayor inversión en el desarrollo del conocimiento que genera la I+D de cara a su aplicación práctica e introducción en el mercado.

En declaraciones a los medios de comunicación, Caballero señaló que pese a las dificultades económicas “en España se hace muy buena ciencia”, gracias al esfuerzo realizado durante los 30 últimos años. Sin embargo, prosiguió, apenas hace una década que se trabaja en la transferencia, “y es aquí­ donde más inversión pública y privada se necesita”. Según dijo, tras patentar una nueva técnica, tecnologí­a o proceso “hay que cumplir un gran número de requisitos, de pruebas y ensayos antes de que el conocimiento pueda comercializarse”. Por ejemplo, un nuevo medicamento o tratamiento ha de superar diversos ensayos clí­nicos con diversos grupos de control, “y todo eso cuesta mucho dinero”. Por ello, reclamó una mayor financiación para agilizar todo este proceso, y apeló a la cooperación de administraciones públicas y empresas privadas. Caballero, que participó hoy en una jornada sobre conflicto de intereses en la Investigación organizada por la Fundación de Ciencias de la Salud y el CSIC en Madrid, defendió la importancia de la transparencia en este terreno, e instó a todos los investigadores a comunicar todas sus actividades a su institución de referencia, para no incurrir en conflicto “muchas veces por desconocimiento”. En opinión del presidente del Comité Ético de Investigación Clí­nica y jefe del Servicio de Farmacologí­a Clí­nica del Hospital Clí­nic de Barcelona, Xavier Carné, el Real Decreto 1090/2015 que establece la coordinación y supervisión de los comités éticos les otorga “un papel muy limitado”, cuando son clave para regular la colaboración público privada. A su juicio, el CSIC y el Clí­nic de Barcelona son dos casos de éxito en dicha colaboración, precisamente por el papel central de sus comités éticos. El término conflicto de intereses apenas aparece dos veces en dicha norma, agregó Carné, tras precisar que un conflicto de intereses no se reduce a un tema económico, pues puede aparecer simplemente por una relación personal entre las partes involucradas. “El problema parte de la propia naturaleza humana, está presente en la ciencia tanto como en la polí­tica o en cualquier otro sector”, afirmó. Por su parte, el patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud, José Marí­a Mato, indicó que la creciente inversión de las farmacéuticas en la investigación biomédica es lo que ha originado una mayor preocupación por la objetividad de los estudios, y subrayó cómo la Ley de la Ciencia, la Innovación y la Tecnologí­a de 2011 representó un “avance muy importante de cara a aclarar la regulación para esta colaboración.