En busca de un nuevo…

En la imagen, granos de trigo.Se calcula que aproximadamente el 1% de la población padece enfermedad celiaca, pero el porcentaje de personas diagnosticadas es muy inferior.

Una de las razones que explican que sólo la punta del iceberg de este trastorno sea visible es la disparidad de sí­ntomas y efectos que provoca la enfermedad, lo que, en muchos casos, le permite escapar de la identificación clí­nica y analí­tica.

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clí­nico San Carlos de Madrid está intentando desarrollar un nuevo método de diagnóstico que, precisamente, ayude a reconocer eficazmente a estos afectados “con caracterí­sticas consideradas poco frecuentes”, tal y como explica Concepción Núñez, investigadora “Miguel Servet II”y principal responsable del proyecto, que desarrolla su actividad en el servicio de Inmunologí­a Clí­nica del centro sanitario.

Ante la sospecha de existencia de enfermedad celiaca, la primera prueba que se suele indicar es la detección de unos anticuerpos especí­ficos en sangre -como la anti-transglutaminasa-. El problema, apunta Núñez, es que si esta serologí­a da negativa, en muchas ocasiones no se realizan análisis alternativos y se descarta la enfermedad, pese a que la realidad es que, en muchos pacientes que sí­ son celiacos estos parámetros no se observan. “Nuestro objetivo es desarrollar un método de diagnóstico basado en procesos que ocurran en un mayor número de pacientes y que, por tanto, puedan ser empleados para identificar a los pacientes que hoy en dí­a ofrecen resultados negativos en las pruebas actuales”, aclara Núñez.

En concreto, su equipo trabaja en la evaluación de una serie de anticuerpos monoclonales que “permiten identificar un aumento en tipos celulares especí­ficos” incluso cuando el paciente lleva tiempo realizando una dieta sin gluten (serí­a necesaria una provocación con gluten durante tres dí­as). En última instancia, el objetivo es la identificación de nuevos biomarcadores de la enfermedad.

Por último, el equipo ya ha comenzado a evaluar la idoneidad del método con un grupo de unos 25 individuos con “resultados muy prometedores”, pero quieren ampliar la investigación, por lo que están intentando obtener financiación. Entre otras medidas, han recurrido a la plataforma de crowdfunding Precipita para intentar conseguir unos 20.000 euros que les permitirán “comprar reactivos y material de laboratorio, seleccionar un número representativo de pacientes con caracterí­sticas diferentes y comparar la utilidad de la nueva metodologí­a con respecto a las pruebas que se emplean habitualmente”. Hasta el 22 de junio, toda persona interesada podrá colaborar con el proyecto, que espera obtener resultados en un plazo de año y medio.