El ‘Certamen de Jóvenes Diseñadores de Andalucía Oriental”™ culmina con un desfile de modelos con discapacidad en Granada
El desfile sacó al escenario a un elenco de modelos con discapacidad para desfilar con una colección de ropa adaptada.
La noche del pasado viernes tuvo lugar la primera pasarela inclusiva con la presencia de siete modelos con diferentes tipos de discapacidad en un evento de diseñadores, celebrado en el Parque de las Ciencias de Granada por el decimoquinto certamen que organiza la Asociación Nacional de Nuevos y Jóvenes Diseñadores (ANDE) para Andalucía Oriental.
La firma encargada de hacer realidad este hito en materia de inclusión, ha sido ”˜Ayudas Técnicas Don’t Stop Me”™ que sacó al escenario un elenco de modelos con discapacidad para que desfilaran con una colección innovadora de ropa adaptada y estética normalizada, que levantó los aplausos de un público que abarrotaba la sala y donde habían acudido numerosos representantes y miembros de asociaciones granadinas de personas con discapacidad.
De esta manera, la cooperativa malagueña que lideran las diseñadoras Elena Peñalver y Eva Naranjo, ha contado con la colaboración de La Ciudad Accesible, la Federación Granadina de Personas con Discapacidad Física (FEGRADI) y la Asociación Granadina de Atención a Personas con Parálisis Cerebral (ASPACE), y ya existe incluso una “petición formal de asociados de estas entidades para organizar un desfile más grande en la que puedan participar más modelos con discapacidad”.
Las creadoras Peñalver y Naranjo se han mostrado satisfechas tras el éxito cosechado, afirmando que “la clave de este desfile es que tuviera lugar en un certamen de moda al uso, no sólo para personas con necesidades especiales. Esto era importante puesto que nuestra ropa siempre se proyecta bajo la premisa de la normalización, ropa que, aunque sí que cubre necesidades específicas de personas con discapacidad, estéticamente es igual que la de cualquier persona y a precios equiparables”.
También han destacado que han tenido problemas y dificultades por falta de accesibilidad con la organización y con las infraestructuras en general, “para garantizar la asistencia de personas en sillas de ruedas”. Por suerte, prosiguen, “con colaboración y buena fe por parte de los responsables se ha podido solventar, pero queda latente la problemática existente en este tipo de recintos cuando quieren asistir más de una o dos personas usuarias de sillas de ruedas ya que no están preparados”.
