Descubren que un tipo de…

La colina está presente en alimentos como los huevos.

Un estudio experimental realizado con ratas de laboratorio ha demostrado que el consumo de colina, un nutriente perteneciente al grupo de las vitaminas B presente en alimentos como los huevos, el hí­gado de pollo y ternera, la soja y el germen de trigo, permite mejorar la memoria a largo plazo y la capacidad de atención.  

Este trabajo, realizado por cientí­ficos de las universidades de Granada, Simón Bolí­var de Venezuela y Nueva York (Reino Unido), ha revelado que la colina está implicada directamente en los procesos de atención y memoria, y permite modularlos. En concreto, los investigadores comprobaron los efectos de la suplementación dietaria con colina en ratas, en dos experimentos que pretendí­an analizar la influencia del consumo de esta vitamina en los procesos de memoria y de atención durante la gestación y en la edad adulta.

En el primero de ellos, los cientí­ficos administraron colina a ratas durante el último tercio de la gestación, con el objetivo de evaluar el efecto de la colina prenatal en la memoria de sus descendientes. Para ello, tres grupos gestantes fueron alimentados con una dieta rica, estándar o deficiente en colina. Posteriormente, cuando los descendientes alcanzaron la edad adulta, se seleccionó una muestra formada por 30 ratas, de las que 10 eran hijas de madres que habí­an sido suplementadas con colina, 10 habí­an sido deficitarias en esta vitamina y las otras 10 con dieta estándar, que actuó como grupo control. Con esta muestra de descendientes adultos se llevó a cabo un experimento para medir su memoria de reconocimiento, en el que comprobaron que, cuando se les mostraba un objeto, transcurridas 24 horas todas las crí­as (suplementadas o no con colina) lo recordaban y les resultaba familiar.

Sin embargo, a las 48 horas, las ratas que habí­an consumido colina prenatalmente reconocí­an mejor el objeto que las estándar, mientras que las deficitarias eran incapaces de reconocerlo. Los cientí­ficos concluyeron así­ que el consumo de colina durante la etapa prenatal mejora la memoria a largo plazo de los descendientes en su edad adulta. En el segundo experimento, los investigadores midieron los cambios de atención que se producí­an en las ratas adultas que fueron suplementadas durante 12 semanas con colina, frente a aquellas que no ingirieron esta vitamina. Descubrieron así­ que las ratas que habí­an tomado colina mantení­an mejor la atención que las demás cuando se les presentaba un estí­mulo familiar.

Por último, el grupo control, alimentado con la dieta estándar, mostró el normal retraso en aprendizaje cuando este estí­mulo familiar adquirí­a un nuevo significado. Sin embargo, las ratas suplementadas no mostraron una reducción en  atención al estí­mulo familiar, aprendiendo rápidamente el nuevo significado.