Aragón trabaja ya en la puesta en marcha del primer protocolo contra la violencia de género en mujeres con discapacidad. Será el primero a nivel estatal, según el Gobierno de Aragón, y uno de sus principales objetivos es dotar de recursos a estas ví­ctimas para que puedan denunciar con el objetivo de erradicar esta lacra.

Recientemente ha tenido lugar, en la Sala Hermanos Bayeu del Edificio Pignatelli, la primera reunión de la directora general del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo, con representantes de distintas entidades representantes de personas con discapacidad. Antes de la reunión, Salvo ha recordado el “compromiso” de la DGA para la puesta en marcha de este protocolo y ha incidido en su relevancia por la “doble discriminación” que sufren estas ví­ctimas por “ser mujeres y por sufrir alguna discapacidad”, una situación que “se acrecienta en el medio rural”. Por eso, Salvo ha comentado que la idea es “soliviantar esta doble discriminación” y poner a disposición de las mujeres con discapacidad los recursos necesarios para que en caso de sufrir violencia de género “puedan recurrir a ellos y tener una salida”. La mayorí­a de estos recursos “no están adaptados a las discapacitadas” y existen “trabas y obstáculos” que impiden a estas mujeres denunciar, ha apuntado Salvo, quien ha apostado por adaptar los medios existentes. Un ejemplo es adaptar el teléfono 900 504 405, puesto en marcha por el IAM y al que pueden acudir todas las mujeres que sufran violencia doméstica las 24 horas del dí­a, que no está adaptado para las mujeres sordas. “Otra cuestión a abordar”, ha puntualizado Salvo, es la elaboración de estadí­sticas sobre violencia machista que especifiquen cuántas discapacitadas sufren esta lacra. “Si apareciera ese componente se podrí­a solucionar de forma mejor”, ha dicho.