El curso 2016-2017 arranca con un quebradero de cabeza para la Junta de Andalucí­a en lo que respecta al transporte escolar. Y para los padres y centros que sufren la suspensión de las adjudicaciones del servicio. A última hora, la Administración autonómica adjudicó el servicio de diferentes centros educativos de la provincia a nuevas empresas por las impugnaciones presentadas.

La falta de comunicación entre estas compañí­as y algunos colegios han generado cierta preocupación entre los responsables educativos y los padres de los alumnos. Esos temores se vieron cumplidos ayer. El primer dí­a de clase en los centros de infantil, primaria y educación especial se vio marcado por las incidencias en el transporte escolar. Los retrasos y los fallos de tipo técnico o mecánico fueron los principales y tuvieron como consecuencia que algunos de los alumnos no pudiesen asistir a clase por no estar los vehí­culos adaptados. Sin anclajes En el caso del colegio de educación especial de Aprosub en Castro del Rí­o, el Marí­a Montessori, los retrasos fueron de hasta una hora. Ese fue el caso de la ruta que recoge a los niños de los municipios de Villa del Rí­o, Montoro, Bujalance y Cañete de las Torres. El autobús salió a su hora pero un fallo de la rampa de acceso para las sillas de ruedas hizo que se quedara bloqueada durante unos veinte minutos en una de las paradas. En la ruta de Doña Mencí­a, Zuheros, Luque y Baena también se produjo un retraso de unos 45 minutos. Estos retrasos provocaron, en el caso del colegio Marí­a Montessori de Castro del Rí­o, que los hijos de dos familias no pudieran acudir a su primer dí­a de clase. Los padres tuvieron que llevarse a sus hijos de nuevo a casa ya que llegaban tarde a trabajar. Otras incidencias destacadas fueron las relacionadas con los sistemas de anclajes de los niños a los asientos de los autobuses, especialmente la falta de ellos en algunas rutas.